Un niño de 12 años que asiste a una escuela bíblica situada en el barrio Santa Rosa de Lima de la Capital, le escribió una carta a Dios y le pedía que su madre no lo maltratara más y tampoco a sus hermanos menores.
Dicha misiva el menor le entregó al pastor, que ayer denunció a la mujer luego que ingresara intempestivamente a salón donde funciona dicha escuela, en donde los niños estaban por almorzar, a los cuales agredió mientras les gritaba: “Ustedes que mi.... hacen aquí?, si están castigados?”, tras lo cual propinó una trompada en el rostro al menor y lo lesionó, además de castigar a sus hijas de 8 y 4 años, lo que motivó que los asustados niños comiencen a llorar.
Alertado por los llantos y los gritos, el pastor -que estaba preparando la comida para los niños que asisten a la escuela, fue hasta donde la mujer agredía a los hijos y trató de calmarla, pero la enardecida mujer seguía maltratando a los menores, por lo que el hombre llamó por teléfono a la Policía y alertó de lo que estaba ocurriendo.
Duros maltratos verbales
El pastor sostuvo que no es la primera vez que los niños son agredidos por la madre, y aseveró ser testigo de los graves maltratos verbales que sufren los menores, indicando que la semana pasada escuchó cuando la mujer le gritaba a su hijo mayor: “Andá a buscar una soga y matate”, y también le decía: “mira con este palo si vos no te matas te voy a matar yo”.
El pastor sostuvo que los vecinos hablaron con la mujer para que no castigue a sus hijos, y esta les respondió que ella criará a sus hijos como lo hicieron con ella, y les pidió que no se metan en su vida, expresando que si a los hijos no les gustaba que se fueran con el progenitor.
Tras llevarlos a la casa, la mujer les gritó a sus hijos: “Ahora por culpa de ese pastor va a venir la Policía y los llevará para tirarlos en Púberes o en otro lado, donde se cag.... de frío y hambre, y también los violarán como me hicieron a mí”.
Informada de tales hechos, la fiscal Cecilia Gómez Castañeda pidió la detención de la mujer, y dispuso otras medidas para el entorno familiar, y el resguardo físico y psicológico de los menores.