En 10 años 35.064 personas murieron por suicidio en argentina, en promedio una persona cada 2 horas, siendo mayores las tasas de suicidios que accidentes de tránsito, homicidios dolosos y homicidios culposos.
Las provincias con las tasas más altas de suicidio son: Entre Ríos, San Luis, Catamarca, La Rioja y Santiago del Estero. Hablar del suicidio y de por qué la gente se suicida, puede ser la clave para prevenir este tipo de conductas. El suicidio ha pasado de ser un tema tabú, a ser algo de lo que se habla con mayor naturalidad y en público.
Se refirió a si existe un perfil suicida dijo “No hay en sí un tipo de perfil suicida, pero si hay cuestiones que pueden detonar el suicidio, (no en todas las personalidades) como la depresión, la bipolaridad, los trastornos borderline, algunos trastornos de esquizofrenias, y que tienen que ver básicamente con desregulaciones. También puede llegar al suicidio una persona, por sobredosis, alcoholismo severo, encontrarlo en personas con antecedentes de suicidios, que han vivido situaciones traumáticas muy difíciles como, abusos, duelos, muertes repentinas y sienten que no encuentran otra salida, cuando sabemos que el suicidio no es la salida”. Con respecto a cómo los familiares pueden detectar síntomas de depresión dijo “se detecta, observando su rutina, si padece cambio del sueño, de apetito, que no hablen, se aíslan y no hablan de lo que les pasa”.
En cuanto a las estadísticas, dijo: “un 10% de las personas que se suicidan no dan señales, pero la gran mayoría, al menos el 90%, sí las dan antes. Estas señales tienen que ver con dejar de hacer lo que les gustaba, estar más agitados, más irritables; fundamentalmente, es el aislarse”. También explicó cómo es el pensamiento sobre sí mismos: “tienen una crítica severa hacia sí mismas, la persona está muy cerrada, su pensamiento es muy rígido, siente que no hay otra alternativa y experimenta mucha desesperanza”. Agregó: “emiten frases del tipo: ‘No me gustaría estar aquí’ o ‘quisiera estar en otro lado’, pero no tienen un lugar definido, no saben a dónde, solo saben que no quieren seguir viviendo esto; se sienten con mucha carga o creen ser una carga para los demás. Entonces, uno va entendiendo que en ese momento la persona está agotada”.
Prevención
Para poder prevenir, es necesario preguntar directamente si está pensando en suicidarse, implica sentarse, ver qué siente, tratar de escucharlo, y no imponerle que viva. Uno de los errores más graves es decirles: ‘esto que te pasa no es nada’, ‘¿cómo te vas a querer morir por esto?’, ‘tienes todo, eres un desagradecido’. Todas esas palabras no ayudan, ya que la persona se encuentra abrumada”. A modo de conclusión, dejó un mensaje a la sociedad: “Mucha gente no da señales, por lo que es importante saber que la situación del suicidio es algo muy, muy complejo y que se requiere un abordaje integral entre el psicólogo, psiquiatra y la familia".