“No sé qué me pasó. Ni dónde estoy”, le dijo a la Policía un sujeto de 32 años que tiene colocado una tobillera electrónica. Habría sido agredido físicamente por una patota en inmediaciones de un bailable de la zona sur de la Capital. 

El fin de semana último, el sujeto residente en el barrio Bosco III de la Capital, salió a divertirse con sus amigos. El destino, era un bailable ubicado en calle Lavalle. Al sujeto, semanas atrás, le habían colocado una tobillera electrónica por una denuncia por violencia de género de su expareja. Por lo que tenía una prohibición de acercamiento hacia la víctima. 

En el bailable, habría ingerido una importante cantidad de bebidas alcohólicas. Para posteriormente, en la madrugada, protagonizar un incidente en las inmediaciones del boliche. Según las averiguaciones que son llevadas a cabo por la Policía, el sujeto habría sido atacado por una patota, que le propinó una salvaje paliza. 

Terminó tendido sobre el pavimento, con el rostro completamente ensangrentado y múltiples lesiones en diversas partes del cuerpo y en la cabeza. Estaba inconsciente, sobre un charco de sangre cuando llegó la ambulancia. Fue trasladado al hospital Regional Dr. Ramón Carrillo, donde fue estabilizado y quedó internado en observaciones. 

Al paso de las horas, el lesionado recobró la consciencia y tras ser entrevistado por los uniformados, el mismo indicó que “no sabía quién o quienes lo habían agredido. Tampoco sabía con qué lo golpearon ni los motivos del ataque”. Al tiempo que indicó que, “ni siquiera sabía dónde estaba”.