“Decile que yo soy más loco que él y que no me tiembla el pulso”, decía el mensaje que una joven recibió en su celular. Su expareja, además, le envió la fotografía de un arma de fuego para intimidarla.
Cerca de las nueve de la mañana de anteayer, una joven de 23 años estaba en su casa del barrio Los Telefónicos de la ciudad Capital junto a su hijo. En ese momento, sonó su celular. Era un mensaje de WhatsApp que había sido enviado por su excuñada.
“Ojalá tengas esa lengua cuando te vea en la calle”, decía el mensaje. Al tiempo que agregaba: “Acordate lo que te dije primero, que no te vea mejor. Ahí vas a aprender”, fue la advertencia que la mujer le realizaba a la joven.
Durante varios años, la víctima mantuvo una relación amorosa con el agresor. Fruto de esa unión nació un hijo. Pero el amor entre ellos se terminó hace aproximadamente cuatro meses, cuando la damnificada decidió poner fin a la relación. Estaba cansada de que el sujeto se retire del inmueble durante días y que se dedicara a consumir estupefacientes, lo que lo volvía una persona agresiva. Temiendo por su vida y la de su hijo decidió poner punto final a la relación.
Desde ese momento, su vida se volvió un calvario. Según denunció, a mediados de enero comenzaron las amenazas que recibe en su contra. Había sido el sujeto quien le realizó una dura amenaza a través de un mensaje: “Yo lo voy a agarrar a tiros –en referencia a la actual pareja de la denunciante-. Decile que yo soy más loco que él y no me tiembla el pulso”. Al tiempo que agregó la fotografía de un arma de fuego.
Lejos de cesar el hostigamiento en su contra, con el tiempo, se agravó y comenzó a sentir miedo tanto por ella como por el hijo que tiene con el agresor. La damnificada radicó la denuncia penal y la Unidad Fiscal de Género de la circunscripción Capital dispuso una serie de medidas judiciales a seguir en las próximas horas.
Ayer, en un allanamiento, los efectivos de la Sección Robos y Hurtos de la Departamental Nº 16 y de la Comisaría Comunitaria 3 se logró apresar al agresor. Mientras que en la requisa de la vivienda no se encontró el arma de fuego que había sido fotografiada y enviada a la víctima.
Los uniformados continúan con las pesquisas pertinentes sobre los pormenores del caso. Mientras que el agresor será indagado en los próximos días por la Fiscalía interviniente en las averiguaciones.
En tanto, la víctima recibe la asistencia psicológica de manera permanente ante la situación vivida.