Cada 1 de septiembre la fe se renueva para los devotos de San Gil, ya que concurren a la localidad de Sacha Pozo, donde se encuentra el santo para pedir favores y agradecer los recibidos, y en este caso no fue la excepción, ya que tras dos años de pandemia la tradicional capilla se vio colmada de gente desde temprano.

Cabe destacar que por dos años no se realizó la celebración debido a la pandemia, lo que provocó que en su mayoría, la feligresía concurra a agradecer por su salud.

Bajo el lema, “Señor de San Gil, te pedimos por la salud y el trabajo”, fueron alrededor de 5 mil almas las que se congregaron en diferentes horarios para poder acercarse al santuario y tocar a su patrono unos segundos .

Luego de la apertura, a las 11, el padre Mario Tenti realizó la bendición de los devotos en el lugar, mientras que pasado el mediodía actuaron academias de folclore de la zona. 

Misa central

La misa central estuvo oficiada, por primera vez, por el monseñor Vicente Bokalic Iglic a las 16 donde concurrió la mayor cantidad de gente para escuchar su palabra donde destacó que, “este es un fenómeno muy fuerte —por la festividad— y que tenemos que acompañar  porque la gente viene de manera espontánea, vienen porque sienten la necesidad de la bendición de Dios a través de San Gil. Esta fe es un tesoro de nuestro pueblo y debemos acompañarlos”.

Finalizando agradeció la devoción y concurrencia de la gente.

Luego de la multitudinaria misa, se llevó a cabo una procesión especial en los alrededores de la capilla donde acompañaron todos los fieles.

Desde Buenos Aires a Sacha Pozo para cumplir con su promesa

Desde Escobar, Buenos Aires; Martín y Beatriz, un matrimonio, concurrieron para cumplir con una promesa pendiente tras 25 años. “Salimos con lluvia y granizo, pero queríamos llegar, yo nací en La Banda, pero me fui a vivir a Buenos Aires, donde al tener a nuestra hija hice mi promesa ya que sufría de convulsiones, tras varios años pudimos venir a cumplir, solo concurrimos para esto. Toda mi familia es devota de San Gil y es una gran emoción poder volver a dejar la capita de nuestra hija”, aseguró Beatriz.

De rodillas ante su patrono, agradeció por la salud de su madre

En muestra de agradecimiento, Anahí ingresó a la capilla de San Gil de rodillas.

Se trata de una promesa que hizo en favor de la salud de su madre que debió ser operada del corazón, “salimos con mis hermanos y primos a las 4 desde La Banda, hicimos 25 kilómetros caminando para poder llegar, como hace 20 años que lo hacemos. Tuvimos un año difícil así que debíamos venir a agradecer por estar hoy todos bien”, dijo a Nuevo Diario.