Al menos 20 personas murieron y decenas se encuentran internadas por una intoxicación luego del consumo de cocaína adulterada. Tanto los hospitalizados como alguno de los fallecidos habían sido trasladados a diferentes centros de salud de los partidos bonaerenses de Hurlingham, Tres de Febrero y San Martín. A medida que avanza la investigación sobre el episodio, que ya registra 10 detenidos, algunas hipótesis apuntan a una sustancia en el escándalo de adulteración: el fentanilo, un poderosísimo opiáceo.
El fármaco no tiene olor y resulta entre 25 y 50 veces más potente que la heroína. Se empezó a utilizar en los años 60 como un anestésico intravenoso y se ha convertido en un quebradero de cabeza para las autoridades estadounidenses, ya que está relacionado con cada vez más muertes.
El fentanilo puede administrarse en forma de inyección, mediante un parche que se coloca en la piel de la persona, o como tabletas que se chupan como las tabletas para la tos.
Qué efecto causa el fentanilo en el cerebro
Al igual que la heroína, la morfina y otras drogas opioides, el fentanilo actúa uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones.
Según la DEA, al igual que otros analgésicos opioides, el fentanilo produce efectos como relajación, euforia, alivio del dolor, sedación, confusión, somnolencia, mareos, náuseas, vómitos, retención urinaria, constricción pupilar y depresión respiratoria.