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La Provincia Subrayó el exdiputado nacional, Alejandro “Topo” Rodríguez

“Lo que le está pasando a Milei es el impacto de las decisiones tomadas”

En un diálogo con “La Radio de los Santiagueños”.

En el programa “Actualidad Política”, se mantuvo una comunicación telefónica el ex diputado nacional, miembro y presidente actual del espacio Consenso Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez, que habló sobre el contexto actual del país; frente al escándalo en relación a Nación Seguros, el operativo anti piquetes de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich y los reclamos de las organizaciones sociales hacia el gobierno nacional, para que libere fondos para comedores barriales y todo lo que hace a la alimentación de los sectores populares más vulnerables.

“Lo primero que hay que decir, como en todo el mundo, los gobiernos realmente en los sistemas presidenciales suelen tener una primera etapa lo que algunos denominan como ´idilio´ con la sociedad. Ustedes bien saben, mañana –por hoy– se van a cumplir los primeros 100 días de este gobierno, lo cual quiere decir que atraviesan lo que significa su etapa de génesis en materia de gestión. Aun así, es evidente que el presidente no ha podido sostener el nivel de apoyo que tuvo en el balotaje y ya comienzan a darse a conocer algunas cifras (en referencia a un informe que realizó una consultora en los días anteriores). De todas maneras, en estas cuestiones hay que ser prudentes y respetuosos en términos institucionales porque cualquier presidente de la Argentina tiene derecho a gobernar así tenga el apoyo de uno o de 40 millones de argentinos, porque esas son las reglas democráticas. La legitimidad no cae porque caiga la imagen en una o dos semanas. En consecuencia, lo que le está pasando a Milei es el impacto de las decisiones que se han tomado”.

“En 100 días de gobierno aumento la inflación, aumentó la pobreza, la indigencia, cae la capacidad productiva instalada en la Argentina. También, hay una cuestión de estilo, no debe aceptarse que un presidente humille a los gobernadores. Los sopapeé verbalmente, porque el debate político por supuesto no exige unanimidad pero sí respeto”, remarcó.

A su vez, siguió: “En la Argentina la gobernabilidad la tiene que garantizar el poder Ejecutivo nacional. Por lo tanto, él mismo está socavando su propia capacidad de generar los consensos que le permitan no enfrentar turbulencias institucionales. Porque el Congreso ha dado muestras en la Argentina de apego a la institucionalidad. De hecho, le dio la oportunidad de discutir algunas propuestas que el gobierno envió, pero su soberbia hizo que las retirara porque no les gustaban los cambios. Pero si en los próximos meses, les toca enfrentar más dificultades económicas que las que está enfrentando ahora y esa cuota legítima de esperanza que tienen de algún modo decayera, él va a tener dos opciones: va a tener que tener mayores cuotas de humildad o va a tener problemas porque no se puede gobernar la Argentina con la pretensión de ser autócrata”.

“Si Argentina estuviese transitando un camino, donde efectivamente los que lo votaron estuviesen hoy experimentando cómo la casta o la supuesta casta pierde privilegios, tendría mucha más legitimidad para pedir paciencia. Pero aquí el ajuste ha caído mucho más sobre las espaldas de los jubilados y pensionados de la Argentina. El superávit fiscal es un dibujo, que se construye en recortar transferencias a las provincias, gasto en jubilaciones en pensiones. A mí me parece desafortunado pedirle paciencia a quienes ya han tenido muchos años de caída sistemática de la capacidad del ingreso. Y por otro lado, a mí me parece que la propuesta de Milei apunta a una Argentina mucho más importadora que productiva, que aumenta los esfuerzos para pagar los intereses de la deuda externa y reduce la inversión en programas sociales. Ese es un camino que a mí me parece que está equivocado”, reflexionó.

“El federalismo es la decisión de las provincias de tener una Nación, no la Nación teniendo como empleados a 24 gobernadores. En tal sentido, me parece que es muy importante que los gobernadores ejerzan la mayor de las influencias para convencer u obligar al gobierno nacional a que encuentre el camino virtuoso en materia de políticas públicas. No puede ser que el gobierno nacional insista en aumentar la presión tributaria”, añadió.

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