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La Provincia En una entrevista con el equipo de Actualidad Política, programa que se transmite por LV11

Clemente di Lullo recordó y enalteció la figura de Josefa, la nieta de San Martín

Junto a María Mercedes, su hermana, cuidaron del procer en Francia. “Estas chiquitas eran el deleite de él, y eran tan traviesas como cualquier nieto", remarcó el historiador.

Clemente Di Lullo, historiador santiagueño, aseguró que las máximas del Gral. José Francisco de San Martín y Matorras​ “son catecismo filosóficos y morales que no deberían dejarse olvidados”, en diálogo con Actualidad Política (LV11).

Di Lullo, a propósito del “Padre de la Patria”, hizo hincapié en la figura de una persona en particular: Josefa Dominga Balcarce, la nieta de San Martín.

“Todos sabemos que San Martín pasó sus últimos años en Francia -introdujo el referente del Instituto Cultural Sanmartiniano local-. Allí lo acompañó su hija Mercedes, que se había casado con Mariano Balcarce. De este matrimonio nacieron dos hijas: María Mercedes, la primera, y Josefa”.

Para el entrevistado es “interesantes como esas dos nietas acompañaron al abuelo y le hicieron vivir su vejez como él había deseado: en paz y en tranquilidad”.

“Estas chiquitas eran el deleite de él, y eran tan traviesas como cualquier nieto. Y sabían donde tocarlo al abuelo para conseguir lo que querían”, remarcó el historiador.

Di Lullo llevó a “La Radio de los Santiagueños” una anécdota entre nieta y abuelo: “Josefa entra a la pieza de San Martín, llorando desesperadamente porque se le había roto su muñeca más querida y decía que ella tenía frío. El abuelo se levanta, abre un cajón, saca una tira de color amarillo y rojo y se la da para que tape a la muñequita. Josefa se va contenta. Enseguida viene la madre y le dice: ‘Papá, ¿no viste lo que acabas de entregarle a la niña? Es la medalla que te entregó el gobierno español por tu combate en Bailén’. Y San Martín responde con una calidad extraordinaria: ‘Qué valor tiene una medalla si no sirve para consolar el llanto de una niña’”.

El sanmartiniano recordó que Josefa era “una niña bien considerada: culta y de altas relaciones sociales”.

La nieta del prócer se casó con el diplomático mexicano Fernando Gutiérrez de Estrada y Gómez de la Cortina. A pesar de no haber tenido hijos, “la historia se encargaría de recompensarla”, indicó el entrevistado: “En 1904 fallece su esposo. En vida habían conversado y convenido que si ocurriera el caso, ella dispusiera de los bienes de la residencia y la dedicara para el asilo de los más necesitados. Josefa cumple con la palabra que le había dado a su esposo y ese enorme predio que ocupaba una manzana, y que era posesión de la nobleza francesa, pasó a convertirse en un asilo”, valoró.

LV11 Radio LV11 San Martín
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