Gustavo Iván Coleoni, el exentrenador de Central Córdoba, fue uno de los pocos privilegiados de tener cerca a Diego Armando Maradona en los últimos tiempos. Lo conocía de antes, por haber compartido algún que otro partido amistoso, pero lo tuvo bien cerca en diciembre del año pasado, oportunidad en la que se enfrentaron los "ferroviarios" ante Gimnasia en La Plata.
Consultado por Nuevo Diario al respecto de sus sensaciones respecto de esta noticia que conmovió al mundo entero, el "Sapo" indicó:
"Es muy difícil entablar una frase, una oración sensata en estos momentos. El corazón está roto, los que amamos al fútbol, los que amamos a la pelota estamos en medio de un llanto increíble. Recuerdo el hecho de faltar a la escuela para verlo jugar y que nos regalase una Copa del Mundo en el Mundial Juvenil de Japón", comenzó diciendo Coleoni.
"Tuve la chance de sacarme fotos con él cuando era alcanza pelotas en Talleres y luego de hacérselas firmar. Después encontrarme de nuevo en el partido despedida de Valencia, otro de mis ídolos. Ese día nos cambiamos juntos, uno al lado del otro. Y recuerdo luego todo el Mundial '86.Los festejos, la gente en la calle, la cantidad de personas que se llaman Diego Armando, a partir de esa alegría que nos dio. Maradona debe ser la persona que más alegrías le dio al fútbol argentino en la historia", aseguró.
"Tuve la suerte de estar en el banco de al lado, de poder charlar y agradecerle, darle un beso. Cada vez que lo ví le agradecí y por eso estoy tranquilo. Es un momento muy triste. Me imagino una pelota mojada por el llanto. Hace poco escribí de él aquí en Córdoba. Dije que no soy quién para hablar de la vida privada de él, de juzgarlo de pantalón largo. De pantalón corto era inmortal y ahora lo es", dijo un sentido Coleoni.
"La familia del fútbol está triste. Maradona era sinónimo de barrio, de café, de jugar en el barrio, sinónimo de amistad. Los que vivivmos en su época estamos más cerca de todo eso, que de los Instagram, los Facebook y todas las redes sociales de hoy en día. Lo vinculamos al Diego con la esquina, con el barrio, jugar en la calle con los amigos. Estoy muy triste y le mando un gran saludo a toda su familia. Hasta siempre Diego, hasta siempre muchacho", cerró un golpeado Coleoni.
