Ocurrió en un barrio de la zona sur de la ciudad de San Salvador de Jujuy. Una anciana, al oír los desesperantes gritos de la casa lindante, decidió llamar a la policía, pero todo resultó ser un malentendido.
"¡Matalo, matalo!", "¡Pero yo no soy el asesino!", se escuchaba, entre algunos insultos de por medio, en la casa de al lado de la denunciante.
Ante los gritos, la mujer decidió llamar a las autoridades. Al llegar, descubrieron que todo se trataba de las reacciones del joven vecino mientras jugaba al Among Us con su hermano.
Tras el malentendido (y el susto que le provocó a su vecina), el joven debió pedirle disculpas y prometió no gritar tan fuerte la próxima vez que juegue videojuegos.
