El último partido de la Liga Nacional se jugó el 13 de marzo. Ya se cumplieron más de cinco meses y cada día que pasa se acrecienta la incertidumbre sobre el futuro. El Covid-19 creó un conflicto que, en este caso, tiene al deporte, y en particular al básquetbol, sin saber para dónde ir.
Desde el Ministerio de Turismo y Deportes no hay respuestas. Y el tiempo de la “paciencia se acaba”, según lo que expresó el santiagueño Gerardo Montenegro, presidente de la AdC.
— ¿Cómo está la situación hoy?
— El panorama es que estamos en el mismo marco de incertidumbre que teníamos al inicio de esta pandemia con respecto al básquet. Pero han pasado 150 días. Los clubes tienen muchos problemas, los jugadores también, los árbitros... toda la familia del básquet. Están sintiendo el impacto de la crisis económica que genera esta pandemia. Y nosotros, con Fabián (Borro), estamos hace tiempo solicitando una audiencia con el ministro de Deportes para transmitirle esta inquietud y para que nos pongamos a trabajar, no solo en cómo sostenemos esta actividad, sino para planificar un regreso. Para eso necesitamos una reunión, armar una mesa de trabajo, en donde nosotros podamos transmitir nuestra realidad y ellos, el Gobierno, nos digan las necesidades que tienen para preservar la salud pública, así nosotros podemos tomar la decisión adecuada para volver.
— Hay varios sectores, no solo del deporte, que reclaman cosas parecidas. ¿Crees factible que le den bolilla al básquet en ese contexto?
— Yo creo que un gobierno tiene que atender todas las cuestiones de lo que le pasa a los argentinos, y creo que el Gobierno le ha dado respuesta a todos los sectores, sacando leyes para enfrentar la crisis. Lo que veo es que en deportes, el Gobierno solo se expresa sobre el fútbol. Parece que fuera el único deporte que existe en el país, y eso me parece injusto. La problemática que existe en el deporte de la Argentina es variada y va desde lo social a lo profesional, que genera trabajo. Nosotros aspiramos a que nuestro sector sea atendido.
— Están ahora llamadas “burbujas” donde se podría jugar ¿Qué idea realmente hay para volver?
— Es algo que necesitaríamos que nos responda el Ministerio de Salud o de Deportes de la Nación. Nosotros, como dirigentes, estamos dispuestos a adaptar un torneo que es de los más competitivos de Latinoamérica, a modificarlo. Cedemos, mientras no haya vacuna, para que pueda volver la actividad. Necesitamos que nos digan “es factible, no es factible”. Si nos dicen que no, que es imposible, bueno, listo, veremos cómo enfrentamos la situación. Volverá el básquet cuando haya vacuna. Pero necesitamos un mensaje claro, contundente, porque acá están en juego familias que necesitan trabajar, clubes que pueden cerrar.
— Lo que se habló hace un par de días de la vuelta del fútbol, ¿beneficia al básquet?
— Si el fútbol vuelve con protocolo, despierta esperanzas, pero todo es supongo, estimo, creo. No, nosotros necesitamos certezas. Si se está trabajando para que el fútbol vuelva, ¿por qué no se está trabajando para que vuelva el básquet u otra actividad? Una mesa de trabajo. Todos tenemos problemas y necesidades.
— ¿Cuál es la idea?
-Mi sentido común dice que como dirigente no puedo pensar en empezar un torneo en medio de esta pandemia de la misma manera que se hacía antes. Queremos planificar dos burbujas y jugar toda la serie regular desde noviembre-diciembre, y enero, para que cuando esté la vacuna quizá nos agarre en los playoffs. Entonces la idea sería jugar desde noviembre con un sistema así, con los protocolos de seguridad necesarios. Es una idea. Nos tienen que decir entonces si es viable o no, si nos van a apoyar, qué apoyo podríamos tener del Estado nacional. ¿Nos apoyará el Estado? Somos una industria que genera mucho trabajo también. Muchas familias dependen del básquet.
