El Comisionado Mayor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Cristian Castrichini, dialogó este viernes, vía telefónica, con el ciclo Actualidad Política, que se emite por Radio LV11.
El Comisionado fue uno de los primeros donantes de plasma en Argentina.
Entrevistado por "La Radio de los Santiagueños", contó su experiencia: "Yo prestaba servicios en la Unidad Regional 1, arranqué allí en febrero pasado, y cumpliendo nuestras funciones comenzamos a recibir los vuelos de pasajeros repatriados. En ese contexto, tuvimos la mala suerte de contagiarnos 53 oficiales. La mayoría fuimos asintomáticos. Y después, algunos comenzamos con síntomas. Yo contraje una bronquitis aguda muy grande como consecuencia del virus, y ahí nos enteramos. Tomamos medidas de seguridad permanentemente en el cumplimiento de nuestras funciones, pero el volumen de pasajeros en el aeropuerto era muy grande y estábamos en contacto con todos ellos. El único síntoma que tuve fue la pérdida del olfato, ahí me hice un test y me dio positivo. Gracias a Dios, ninguno en mi familia se contagió. Cuando vuelvo a visitar a mi familia a Córdoba me entero, con el test, que era positivo. Ya no me dejaron volver a Buenos Aires, tuve que hacer el aislamiento en mi casa, en Córdoba, con mi familia adentro. Usaba una habitación separada, mi propio baño. No necesité internación. Cuando me dan el alta, vuelvo a cumplir mis funciones a Buenos Aires, me recibieron los directivos de la institución y me cuentan que había un proyecto nacional de donación de plasma, y fui el primero en ir. La idea era que lo hiciéramos todos los recuperados, porque si nos habíamos enfermado en cumplimiento de nuestras funciones, correspondía que sigamos colaborando de esta manera. Una máquina centrifuga y separa la sangre del plasma, no es invasivo de ninguna forma, es como ir a donar sangre. Fui a hacerme unos estudios previos, porque no todos los recuperados pueden donar. Cuando me dicen que estaba en condiciones, a la semana siguiente hice la donación. El tratamiento no produce ningún dolor, pero se siente la satisfacción de poder ayudar, sobre todo a pacientes críticos que son tratados con el plasma".
Luego volvió sobre el momento en que supo que algo estaba mal, para luego confirmar que había sido contagiado: "Yo no sentí nunca nada, solo me di cuenta porque mis hijos se acercaron un día con un perfume y me dijeron 'sentí qué rico, papá' y yo no sentía nada. Le pregunté a mi mujer si ella lo podía oler, y me dijo que sí. Si no era por por mis hijos, quizás nunca me hubiera enterado", cerró.
