Fue uno de los futbolistas más talentosos que dio el club Güemes. Surgió del “gaucho”, donde se afirmó y pasó sus mejores momentos como jugador. Luego los hinchas de Mitre, Central Córdoba, Gimnasia de Jujuy, La Florida y San Martín de Tucumán, Sarmiento y Central Argentino disfrutaron de sus grandes jugadas y, por supuesto, de sus mejores goles.
Actualmente es entrenador de Sportivo Fernández. Se trata de Ramón “Pika” Amaya, quien repasó su gran carrera futbolística y nos contó sus mejores anécdotas. Se retiró en 2007, jugando para el “albo”. Imperdible.
– ¿Dónde fueron tus inicios en el fútbol?
– Mi etapa como jugador comenzó en Güemes, entre 1987 y 1988. Justamente, mis inicios se dan después de una época dorada del club, donde Güemes revolucionó todo jugando la Prelibertadores ante Ferro. Me animé a ir a entrenar y tuve la suerte de pasar por cada división de las inferiores siendo campeón, hasta llegar a Primera en 1995.
– ¿Por cuántos clubes pasaste?
– Además de Güemes, en la provincia tuve el honor de jugar en Central Córdoba, Mitre, Central Argentino, Sarmiento y Estudiantes. Después tuve un paso afuera de la provincia: en 1997 me fui a Gimnasia de Jujuy. Luego jugué un Argentino B en San Martín de Tucumán y el Argentino A en La Florida, donde tuve varios compañeros de Santiago.
– ¿Qué es lo que más se extraña de esa etapa?
– Lo que más extraño es jugar los clásicos. Lo que se vivía al jugar esa clase de partidos, sea Güemes-Central Córdoba o un Güemes-Mitre o Güemes-Sarmiento, era muy lindo y se extraña. También jugué el “derbi” bandeño entre Central Argentino y Sarmiento, jugando para el “albo”. Me tocó estar en la recordada final de 2007, cuando derrotamos a Sarmiento y fuimos campeones. Luego de ello, me retiré del fútbol.
– ¿En qué club pasaste tus mejores momentos?
– Mis mejores momentos los pasé en Güemes. Haber podido salir campeón en las inferiores y luego en Primera fue muy lindo, sobre todo porque es el club que uno ama. También pudimos jugar un torneo a nivel nacional después de mucho tiempo en el “gaucho”. Después dirigí y fui campeón en Sub-21 y Primera en 2017. Mientras que como ayudante de Yocca, ascendimos al Federal B en 2014.
– ¿Cuál es la anécdota que más te quedó?
– Fue un clásico contra Central Córdoba, jugando para Güemes. Ganamos con dos jugadores menos porque habían expulsado a Gerez y a Juárez. Me eligieron como figura y son cosas que uno no olvida. Era joven.
– ¿Cómo fueron tus etapas en Central y en Mitre?
– Muy lindas etapas y positivos. Jugué en dos clubes muy importantes y en momentos donde no jugaba cualquiera. En Mitre jugué en 2002 y estuvimos cerca de subir al Argentino A, pero terminamos siendo eliminados por La Florida de Tucumán, equipo que justamente después asciende ganándole a San Martín. También jugué en 1998. En Central también la pasé bien. Costaba cruzarse a la vereda del frente y había que hacer lo que el club requería por su exigencia. Tuvimos la chance de jugar una final por el ascenso con Sarmiento de Catamarca y perdimos. Pero pese a todo, son cosas importantes que me quedaron. Ser titular en esos dos grandes fue un placer.
– ¿El mejor DT?
– Aprendí muchísimo con Ricardo “Kuki” Barrientos. Él me abrió la cabeza, me hizo entender muchas cosas importantes dentro de la cancha y me llevó a crecer muchísimo. También quiero destacar a Alcides Merlo, a quien lo tuve en Central Córdoba. Era un entrenador de jerarquía y me ayudó mucho. Con ellos aprendí bastante.
– ¿Un compañero?
– Lo elijo a José María Yocca. Con él hemos vivido cosas lindas. Es una gran persona.
– ¿Un gol?
– Recuerdo mucho el partido que le ganamos a Central Córdoba. Le marqué un gol faltando dos minutos. Nos iban ganando 2 a 1 y me tocó empatar el juego. Con eso, Central descendió a la Primera B en 2000. Ejecuté un lindo tiro libre y terminó en gol. Fue hermoso.
– ¿Cuántos títulos pudiste festejar?
– Celebré un título con Güemes y otro con Central Argentino.
– ¿Un ídolo o referente?
– El ”Vago” López, a quien lo observé mucho y uno trataba de imitar lo que hacía dentro de un campo de juego. Además, me gustaba lucir la camiseta número 11 por él.
– ¿El jugador que más te impresionó?
– Alfredo “Chifle” Beltrán. Lo tuve como compañero y vivimos cosas importantes. Jugó con la camiseta número 2 de Atlético Tucumán durante diez años y me impresionó mucho. Un gran defensor.
– ¿Cómo das el salto para ser entrenador y en qué año?
– Con José María Yocca charlamos mucho y él me hizo la propuesta. Cuando sea técnico vos vas a ser mi ayudante por tu personalidad, me decía José. Y así fue que se dio y una vez apareció en mi casa para que dirijamos a Güemes. Ahí comenzó mi etapa para ser entrenador. Fui ayudante de campo y aprendí mucho de Yocca. Del fútbol se aprende siempre y uno lo quiere llevar a cabo de la mejor forma posible. Como dije anteriormente, ascendimos con Güemes y luego tuve una etapa de ayudante de campo de Ricardo Dillon.
– ¿Cómo la llevas con la cuarentena?
– Es durísima porque uno extraña mucho el trabajo. Lamentablemente mi trabajo y el del jugador, llevará bastante tiempo parados, pero uno trata de ponerle el pecho a todo y pelearla en el día a día.
– ¿Cuándo pase esto, van a apostar al ascenso con Sportivo?
– Volveré a la rutina una vez que pase lo de la pandemia y trataremos de buscar el ascenso con Sportivo Fernández. Uno inició este proyecto hace dos años, clasificamos al Regional y ahora el sueño es ascender al Federal B.
– ¿Alguna deuda pendiente como jugador?
– En lo futbolístico no me quedó ninguna deuda pendiente. Pude jugar con grandes futbolistas y con glorias de Santiago. Disfruté de todos los momentos buenos con las diferentes camisetas y sobre todo en mi Güemes querido.
