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Deportes #MatíasMondschein

???La pasión por River no se pierde, aunque ahora estoy del otro lado del mundo???

El santiagueño dijo que sigue el fútbol argentino, al ???millo??? y a Central Córdoba.

En su juventud, cuando todavía vivía en Santiago del Estero, Matías Mondschein fue un recio marcador central, que surgió en las divisiones inferiores del club Central Córdoba y hasta se dio el lujo de jugar algunos partidos en la Primera División y consagrarse campeón con los “ferroviarios”.

 

Al poco tiempo que dejó de jugar, cuando encontró en el periodismo su otra pasión, otra manera de ganarse la vida en nuestro medio, Matías pasó por nuestra redacción, como pasante de la Escuela de Periodismo Mariano Moreno, hace unos cuantos años. De ahí que muchos lo conocemos y lo tenemos de contacto en el Facebook, porque él ya no está en Santiago del Estero, sino que se fue a “su pago”, Israel, a vivir la vida cerca de sus familiares y empapado de sus orígenes.

 

Matías formó su familia allá y vive como un judío más en la ciudad de Ra’anana, una ciudad del Distrito Central de Israel, con una población de 68.300 habitantes, en el sur de la llanura de Sharon.

 

No perdió para nada su pasión por el fútbol. Sigue de cerca todo lo que pasa en nuestro país y en Santiago del Estero. Goza y sufre con River Plate, equipo del cual es hincha a nivel nacional y lo propio hace con Central Córdoba, club al que supo defender con mucha honra en los diferentes campos de juego de los clubes de la Liga Santiagueña de Fútbol.

 

En un bar de “gallinas”

Matías, en diálogo con el Multimedio, contó cómo se vivió el Boca-River del pasado domingo en Israel, cómo lo vivió él en particular y también sus hijos, a quienes los hizo “gallinas”, como tiene que ser. Lo vivieron en un bar que se llama Mike’s Place, junto a decenas de “millonarios” (ver video).

Contó, además, que tuvieron suerte y pudieron ver el partido porque se jugó el domingo (recordemos que había sido programado para el sábado, pero por la lluvia se trasladó al día siguiente). Si hubiesen jugado el sábado, no lo habría visto al juego, ya que ese día ellos (por los judíos) descansan. Es lo que se conoce como Shabbat o Día de Reposo, en el cual descansan luego de trabajar los restantes seis días de la semana. Es una tradición de su pueblo y la cumplen a rajatabla.

 

“No iba a poder verlo, pero por suerte lo trasladaron al domingo y ahí sí organizamos todo con mi familia y demás argentinos que hay en esta ciudad, para ir a un bar y poder observar el partido como la fiesta que es. La pasión no cesó ni por un instante, por más que hayamos estado del otro lado del mundo. Nos vestimos con las camisetas, lucimos los colores y las banderas de River Plate y nos fuimos a alentar al equipo de Gallardo”, contó Matías en diálogo con el Multimedio.

 

“Sufrí un poco, como todos los hinchas de River y los de Boca también, porque fue un partido apasionante, de ida y vuelta, con un mediocampo que prácticamente fue una zona de tránsito”, dijo Matías, analizando un poco el juego con el conocimiento que le otorga el haber estado dentro de un campo de juego y por el hecho de haber estudiado la carrera de periodismo.

 

“Me gustó más River, más allá de que soy hincha de ese club. Me dejó una mejor imagen como equipo, más ordenado y compacto. Veremos en la revancha. Fue justo el 2-2, pero todo está abierto y cualquier cosa puede pasar”, manifestó.

 

Por último, cuando le consultamos qué hará en la revancha, porque en principio se juega el sábado 24, el día de descanso para ellos en Israel, Matías indicó: “Qué buena pregunta. La verdad, no lo sé. Seguramente estaré al tanto de las cosas y lo seguiré por Internet, pero ya no será como en el partido anterior, que nos juntamos en familia y lo vimos todos juntos. Aunque la pasión y la expectativa es la misma. Eso no se pierde”.

 

Con Central Córdoba en su corazón

 

El club Central Córdoba fue su segunda casa por muchos años, por eso el amor y el reconocimiento de Matías hacia la entidad del barrio “Oeste” y los entrenadores “ferroviarios” de las divisiones menores, que lo formaron como persona y como futbolista. Cuando estuvo por Santiago, tiempo atrás, aprovechó para pasar por el “Alfredo Terrera” y le hizo conocer la cancha a sus hijos, a quienes seguramente les habrá contado muchas anécdotas y a la distancia les hablará de su amor por la camiseta negra y blanca.

 

Su época de jugador

 

Como dijimos, Matías Mondschein surgió de las divisiones inferiores de Central Córdoba y fue dirigido, entre otros, por un gran reclutador de talentos y mejor entrenador y formador de futbolistas y personas, como lo es don Luis Boláñez.

 

Rubio, alto, de piernas chuecas y largas, Matías se transformó rápidamente en un central duro, recio, que tenía un muy buen juego aéreo, no era tan dúctil con la pelota, pero se las rebuscaba bastante bien cuando la tenía entre sus pies. Además, tenía un muy buen físico y había que aguantar cada “topetazo” que Matías les daba a los delanteros rivales, sobre todo a los números 9 (centrodelanteros).

 

Llegó a Primera y se dio el gusto de ser campeón con el club de sus amores. ¡Quién le quita lo bailado!

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