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Especiales

Mujer perdió su empleo de 21 años por publicar foto en Facebook

Cuando Rachel Burns publicó una foto en su perfil de Facebook y no tenía ni idea de que eso pondría fin a su carrera.

 

 

Durante 21 años, hasta diciembre de 2015, trabajó en Park Hall, un hogar de cuidado para ancianos y adultos vulnerables en la localidad de Reigate, Surrey, al sur de Londres.

 

Había empezado como asistente y poco a poco se abrió camino. Llegó a ser la directora en los últimos ocho años.

 

Una de las actividades que organizaba para los residentes en el Park Hall era una noche musical, todos los viernes."Los residentes se vestían elegantes y les teníamos una cena diferente cada semana", explica.

 

Como cantante amateur, a Burns le gustaba interpretar de todo en esas noches de música, desde canciones de Roberta Flack hasta temas de Nina Simone o Boney M.

 

Uno de esos viernes, Burns regresó a casa y decidió compartir algunos de los momentos en Internet."Estaba muy eufórica por cómo había estado la noche", recuerda. "Publiqué la foto pensando simplemente que sería vista por unas pocas personas en Facebook, principalmente el personal de servicio".

 

Sin embargo, dos meses más tarde Rachel recibió una llamada para avisarle que debía asistir a la oficina central de la empresa.

 

Le dijeron que se había equivocado en varias cosas: publicar la foto en Facebook; identificar a un residente de Park Hall en la imagen, un hombre con síndrome de Down que, deseoso de ser fotografiado, se puso al lado de ella.Además, subió un video de la noche musical. Y entre sus amigos de Facebook había un familiar de uno de los residentes.

 

 

Se consideraron violaciones de las normas del Consejo del Condado de Surrey, por lo que dos días después Rachel fue suspendida de su empleo.Desde el primer momento Burns admitió todos los señalamientos que hizo el Consejo, pero quería apelar su decisión.

 

La apelación fue denegada y le dieron dos días para decidir si aceptaba un descenso -con una reducción salarial significativa- o enfrentar el despido.

 

En ese momento fue diagnosticada con una cuadro de estrés y ansiedad. Recibió una llamada telefónica exigiendo que tomara una decisión de inmediato.Sin embargo, le dijeron que si no aceptaba el descenso sería despedido de su empleo de casi US$59.000 al año de forma inmediata.

 

"Recibí una carta al día siguiente que decía: 'Lamento que hayas decidido aceptar el despido'. Y eso fue todo".Rachel decidió acudir ante un tribunal laboral del Consejo del Condado de Surrey por despido injustificado.

 

A comienzos de agosto de 2017, casi 20 meses desde que fuera suspendida por primera vez de su trabajo, Rachel tuvo buenas noticias."¡La justicia ha prevalecido!", asegura Burns. "Si crees en algo y sabes lo que vales, sigues adelante. Y sigues y sigues.

 

Ahora tendrá que volver al tribunal laboral el 13 de noviembre para una audiencia de reparación en la que se decidirá la suma con la que debe ser compensada.

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