Durante el último fin de semana, un grupo de jóvenes sordos fue blanco de discriminación en el pub “Club B”. El hecho tuvo trascendencia a través de las redes sociales, mientras ayer se llevó a cabo una presentación ante la delegación local del Inadi (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo).
“De años que llevo saliendo a boliches desde el mejor lugar al peor, nunca imaginé llevarme semejante disgusto”, expresaba en Facebook Daniela Natalia Labatte, una joven que acompañaba a los chicos en el pub de Roca y Pellegrini.
Contó que mientras festejaban el cumpleaños de una amiga “con amigos, entre ellos, algunos de condición sorda con los que normalmente nos comunicamos a través de el lenguaje de señas”, se acercó a la barra a comprar bebidas, recibiendo la negativa de una de las jóvenes que allí trabaja. “Por orden del dueño, a tu grupo no podemos venderle”, fue la respuesta que recibió Labatte.
Ante tal situación quedó perpleja, pero eso no quedó allí, sino que —siempre a partir del relato de la joven— posteriormente les pidieron que bajaran del primer piso del local, también “por orden del dueño”. Labatte exigió explicaciones, hasta que alguien de seguridad “terminó reconociendo que el motivo era porque estábamos con chicos sordos y la comunicación era a través de lenguaje de señas”.
Labatte logró hacer su reclamo al dueño del local, quien le habilitó la barra y les pidió que se quedaran en el lugar. No obstante, hizo su descargo en Facebook, y ayer por la mañana se llegó hasta la delegación del Inadi para solicitar el formulario, y dejar asentada la denuncia por discriminación.
“Jamás pensé toparme con personas tan desagradables, arrogantes y soeces, personas sin valores que no conocen de inclusión. Todos tenemos los mismos derechos, respetemos para que nos respeten”, reflexionó Labatte.
Se realizará un procedimiento de conciliación
Nuevo Diario se comunicó con la delegada del Inadi en nuestra provincia, Dra. Romina Brandán, quien confirmó la concurrencia de personas que se presentaron a denunciar el hecho descripto. “Llevaron el formulario con el cual se abre el procedimiento administrativo, y ahora estamos esperando que lo retornen”, confió.
Describió que el inconveniente fue con personas con discapacidad auditiva, y que una vez que los denunciantes retornen el formulario iniciarán “un procedimiento de conciliación que se hace en nuestra delegación. No hace falta un patrocinio letrado porque nuestros acuerdos no son de contenido económico, pero si tratamos de que se tomen acciones para prevenir en el futuro este tipo de discriminaciones”.
“Generalmente hacemos talleres de sensibilización”, indicó Brandán sobre los procedimientos.
