La sorprendente historia de Bethany Greenway, quien en el 2014 estaba más feliz que nunca con la llegada de su segundo hijo, pero su piel comenzó a experimentar cambios, sin imaginar que eso podría haberla matado. La mujer (39) de Texas, Estados Unidos, notó que en su frente crecía algo extraño.
Por este terrible problema pactó una cita con el dermatólogo para hallar una solución, y el especialista le terminó diciendo que todo se debía a un problema hormonal, y no había nada de qué preocuparse; sin embargo, éste habría caído en un terrible error, y ella terminó pagando las consecuencias.
El diagnóstico fue completamente erróneo. Bethany estuvo alrededor de 18 meses sin ningún síntoma, pero los doctores le terminaron detectando la aparición de un lunar gigante en el rostro, llegando a la conclusión que se trataría de un cáncer a la piel, conocido como Melanoma desmoplástico, considerado como muy agresivo.
La mujer tuvo que someterse a dos operaciones para lograr superar la enfermedad, ya que tenía que luchar por sus dos pequeños y terminó con una gran marca en su frente al recibir los injertos de piel en la zona que había sido operada.
“Por favor dejen de tomar sol y de ir a salones de bronceado, la piel bronceada no es sana, es piel dañada”, indicó en su cuenta de Facebook, con la intención de dar una lección a las personas.
