Luego de meses de trabajo solidario, la organización “Un pelito de esperanza” obtuvo un resultado tremendamente satisfactorio. El sábado a la tarde entregaron pelucas a cinco mujeres que se encuentran bajo tratamiento oncológico.
En un encuentro muy emotivo y especial, las integrantes del grupo pudieron cumplir la meta que iniciaron con la colecta de cabello, una iniciativa con una respuesta casi inmediata que tuvo alcance internacional.
Desde mayo hasta ahora recibieron mechones tanto de niñas, adolescentes y adultas de Santiago, como del resto del país e incluso de Costa Rica.
En ese trayecto sumaron voluntarias, aprendieron el proceso para crear pelucas y las armaron de manera artesanal, con el amor que sólo las personas altruistas pueden ofrecer.
“Desbordamos de felicidad por todo lo logrado”, expresaron a través de las redes sociales, tras entregar las pelucas en Casa Diocesana.
Pero este es sólo el principio de una hermosa campaña que dará frutos a corto y largo plazo. Siempre que haya mujeres dispuestas a donar cabello y voluntarias que dediquen su tiempo a elaborarlas, habrá pacientes que puedan hacer frente a los complejos tratamientos médicos con una sonrisa que refuerce sus defensas.
