Con el ascenso histórico consumado en la provincia de Mendoza, al vencer en los penales a Gimnasia, Mitre logró romper muchos maleficios. Uno de esas tantas deudas que tenía el “aurinegro”, era ganar en los penales. Algo que le costó siempre ya que en las últimas tres definiciones desde los doce pasos, no le fue bien.
La primera de ellas, fue frente a San Martín de Formosa, por el repechaje del Torneo Argentino B, en 2013. En aquella ocasión, el “auri” había quedado eliminado de las semifinales a manos de Estudiantes de San Luis, en aquella recordada serie, que tuvo incidentes. Al equipo que por aquel entonces dirigía Raúl Aredes, se le presentó una nueva chance ante los formoseños, pero luego de igualar 0 a 0 en los noventa reglamentarios, no pudo avanzar en los penales en calidad de visitante (la localía se sorteó).
La segunda definición por esa vía se presentó en 2014, también por el Argentino B. El equipo de Raúl Aredes se vio las caras en los cuartos de final ante Estudiantes de Río Cuarto. En la ida “el celeste” se impuso 2 a 1 y la vuelta la ganó Mitre como local 1 a 0 (gol de Ignacio González Barón), por lo que tuvieron que definir el pasaje a las semifinales desde los doce pasos. Allí el elenco de Roca y Tres de Febrero, no pudo avanzar.
Meses después, la institución fue invitada a participar del Federal A y en su primera experiencia, llegó a las semifinales en el certamen transición 2014, nada menos que frente a Talleres de Córdoba. Igualaron en los dos cotejos (1-1 en el 8 y 2-2 en el “Kempes”), por lo que Mitre tenía otra oportunidad de definir su suerte en los penales. Pero tampoco pudo ante la “T”. Sin embargo, llegó el gran día, el histórico 16 de julio de este año, donde el elenco de Arnaldo Sialle se hizo fuerte y a base de personalidad, le ganó la final a Gimnasia de Mendoza por 4 a 3 en los penales. Un plantel y un cuerpo técnico que cortó todas la malas rachas que acechaban al club y quedaron en la historia grande.
