Autoridades alemanas dieron la orden de destruir "con un martillo" el objeto calificado como un artículo de espionaje ilegal. Dicha advertencia fue originada desde Berlín y fue enviada a través de correo electrónico a miles de hogares del territorio alemán. Cabe decir que el Organismo Federal Alemán de Control de Redes, el pasado 17 de febrero, también emitió una orden de destrucción y prohibió su venta.
Quienes ignoren la advertencia, serán multados con hasta 25.000 euros y dos años de prisión bajo la ley de telecomunicaciones alemana.
Algunas de las muñecas fueron donadas al Museo Alemán de Espionaje en Berlín, el que se mostró interesado por el significado histórico que podría tener el objeto, convirtiéndose en el primer juguete incorporado en este tipo de recintos.
