El hombre, de 78 años, Sean O’Malley fue diagnosticado: padecía demencia. Eso, a menudo, le provocaba un estado de ansiedad y angustia que lo hacía incontrolable.
Los meses fueron pasando y los profesionales del centro para enfermos mentales lo medicaron, pero no le encontraron la vuelta a sus problemas. Una enfermera del hospital, Katie Conciatore, dijo: "Todos los días intentaba fugarse del hospital porque tenía en mente que su hija estaba en problemas".
Pero un día sonó un tema de Elvis Presley y todo cambió. Sean pareció otro hombre. Empezó a bailar y a divertirse. Y de allí en más los médicos entendieron que su cura era escuchar y bailar los temas del rey del rock and roll.
"Todo su comportamiento cambió. En casa ya no estamos tan preocupados por cómo lo pasa aquí en el hospital. Sabemos que la música le ha traído mucha felicidad y que está bailando y moviendo las caderas como un chico de veinte", dijo Trish Scerri, la hija de O’Malley.
Los beneficios que la música tiene en los pacientes con demencia están demostrados, y el hospital donde está internado Sean cuenta con un programa terapéutico llamado Música y Memoria, donde buscan el cantante preferido de cada paciente. Y es la mejor cura. Es lo que los devuelve a un estado sereno, señala el portal Contexto.
¿Dónde radica el éxito de este tipo de cura? La música, en pacientes que tienen esta patología, permite que la persona conserve una conexión con su historia personal, y, de algún modo, le hace recuperar recuerdos del pasado, lo que se traduce en notables mejoras en el bienestar y el alivio de los síntomas.
Con Sean es todo un éxito. Lo explica un médico: "Sean escucha constantemente a Elvis y baila por los pasillos. Lo calma, lo ayuda a reducir el estrés y hace que sea mucho más fácil interactuar con él".
