El delantero de Boca Juniors, Nazareno Solís, señaló que el entrenador Guillermo Barros Schelotto le brindó “la confianza en la cancha” en el amistoso de antenoche con Estudiantes de La Plata (2-0), por lo que se puso “al pie del cañón para responder cuando se lo requiera”.
Solís dijo en la zona mixta del estadio José María Minella de Mar del Plata, tras el triunfo 2-0 sobre el “pincha”, que no le preocupa la llegada de un eventual refuerzo en su puesto, ya que “si viene alguien será para sumar en un grupo que está muy unido”.
“Quiero quedarme en Boca y para eso lo importante es seguir haciendo las cosas bien”, apuntó el ex jugador de Talleres acerca su eventual transferencia a Huracán.
El plantel de Boca permanecerá esta semana en Mar del Plata porque mañana volverá a jugar ante San Lorenzo por la Copa de Oro y el sábado afrontará el primer superclásico de 2017 ante River Plate por la “Copa Luis Nofal”.
Un “barra”, tras las rejas
En tanto, la policía capturó al barra brava de Boca “Bolita Niponi”, uno de los jefes históricos de La Doce, al querer ingresar al estadio José María Minella.
Condenado a 20 años de prisión por el homicidio de dos hinchas de River Plate en 1994, Fredy Casares Romero, su nombre real, saltó a la fama en esa oportunidad como barrabrava del club de la Ribera y además estaba identificado como ladero del “Abuelo”, José Barrita, fallecido ex jefe de la “12”.
En la actualidad, el barra, de 51 años, tenía un pedido de captura desde agosto del año pasado por robo calificado con uso de arma de fuego y la detención en el estadio “Mundialista” marplatense obedeció al operativo montado por la policía bonaerense, que organizó la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide).
También en el mismo momento fueron detenidas otras 15 personas que eran buscadas por hostigamiento, tenencia y tráfico de drogas, y por violación a la prohibición de concurrencia.
