"Que la noticia no tape la historia". El mensaje que Marcelo Gallardo había puesto en su estado de Whatsapp luego del superclásico cobró sentido tras la victoria en la final de la Copa Argentina de River ante Rosario Central. El DT Millonario, que había sido cuestionado por los cambios ante Boca, esta vez acertó. Más tarde, ya sin el efecto del festejo en la cancha, volvería sobre ese tema.
En el segundo tiempo, cuando River perdía 3 a 2, Gallardo dio un giro, sacó a D´Alessandro y Pity Martínez, puso a Ivan Alonso y Mora y dio vuelta el resultado. Por eso demostró tanta felicidad luego del partido y se acordó de los que siempre lo defendieron. "Esta fue la final más linda del mundo. Quiero agradecer a toda la gente que siempre confió en nosotros", soltó el DT.
"No es fácil llegar a finales y menos ganarlas. Volvimos a demostrar lo que había que demostrar, volvimos a ganar", agregó Gallardo.
Con respecto a los últimos seis meses, señaló: "Este era el desafío, era el objetivo, eran los dos objetivos del semestre. La Recopa y la Copa Argentina. Conseguimos las dos".
Estaba sereno, y con ganas de cobrarse alguna cuenta: "Mastiqué bronca y veneno en estos días, pero hoy ese veneno es placentero. Todos nos querían ver tirados", apuntó, antes de marcar que no está de acuerdo con "la crítica malintencionada". El golpe de la derrota ante Boca le había dolido, aceptó, igual que al resto del plantel. "Ahora dirán que hice bien los cambios, no hay problema. Los entrenadores estamos permanentemente expuestos", siguió.
"Hoy fuimos valientes, tuvimos templanza y no claudicamos. Ganamos una Copa que era el objetivo de muchísimos equipos del fútbol argentino", sacó pecho con una frase que sonó a tiro por elevación a Boca, que tenía el mismo objetivo.
Y al final, volvió al comienzo. A celebrar estar donde está y haber obtenido el sexto título como técnico con su club en apenas dos años y medio: “Este es el club que amo y que me representa", cerró. Las dudas sobre su continuidad parecían estar ya a años luz de Córdoba.
