Una familia del barrio Villa del Carmen, sector 450 Viviendas, vivió momentos de terror ante el ataque de un perro de raza Pitbull que ingresó a la vivienda.
El hecho sucedió antenoche. Claudia Saavedra (23 años); su pareja, Ángel Alodi (26) y su hija, de 6 años, se encontraban en la casa de la manzana 20, lote 11, cuando inesperadamente ingresó el perro perteneciente a un vecino del lote 13.
El Pitbull —según la joven— fue directamente a atacar a la menor que estaba jugando en uno de los sectores de la propiedad.
En esa circunstancia, el perro de la familia se interpuso en el camino y comenzó a pelear con el “intruso”.
Ante esta situación, la pareja decidió intervenir antes de que el Pitbull matara a su mascota.
Con grandes esfuerzos, los dueños de casa lograron echar al perro del vecino e inmediatamente cerraron la puerta. Pero el animal no se marchó. Merodeó rabioso la vereda con la intención de ingresar nuevamente y mantuvo como “rehén” a la familia.
La joven alertó a la Policía. Personal de la Comisaría Décima se trasladó hasta el lugar y “rescató“ a la familia que por temor a ser atacada por el can se había encerrado en la propiedad.
Los policías corroboraron que ninguna persona había resultado herida, sólo la mascota de la familia presentaba algunas lesiones, aunque no serían de gravedad, revelaron fuentes de la fuerza de seguridad.
Las autoridades de la Seccional 10ª solicitaron la colaboración de los efectivos de la Sección Canes, quienes capturaron al animal que deambulaba por la vía pública y lo trasladaron hasta la sede de la dependencia, ubicada en la ex Fandet, donde quedó alojado y a disposición de la Justicia.
Personal policial se trasladó hasta la casa del dueño del Pitbull y comprobó que la vivienda no cuenta con tapia perimetral ni con un espacio acorde al hábitat que tiene que tener un animal de estas características, catalogado como “peligroso”.
El hecho fue informado a la jueza del Crimen de Primera Nominación, María Lucrecia Martínez Llanos, quien ordenó que se notifique mediante cédula al propietario del can y se le informe las respectivas medidas de seguridad para criar ese tipo de animales, especialmente para el resguardo de la integridad física de terceros, señalaron fuentes ligadas con el procedimiento.
