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Policiales El delincuente destruyó el vidrio de una ventana de la vivienda del barrio Cabildo

Robaron $ 300 mil en armas de fuego de guerra de un ingeniero

Desde la casa se llevaron un fusil, dos escopetas, una carabina y dos rifles de aire comprimido.

La familia Paladea cree que estuvieron vigilando a Lino, un ingeniero químico de 49 años que reside en República de Siria 561 del barrio Cabildo. Sospechan que sabían de sus movimientos y aprovecharon que se había trasladado hasta la casa de su madre, quien reside en las inmediaciones, para robarle.

 

El botín que los delincuentes se llevaron asciende a unos 300 mil pesos en armas de fuego de guerra que el profesional tenía en su vivienda, ya que practica tiro. El damnificado denunció además que le habían llevado 40 mil pesos de sus ahorros, pero ayer se trasladó nuevamente a la dependencia policial para comunicar que estaban guardados en otro compartimiento.

 

 El hecho delictivo sucedió antenoche. Lino Paladea salió de su domicilio alrededor de las 20 y se dirigió hasta la vivienda de su madre, quien reside en el mismo complejo habitacional, reveló uno de sus familiares a Nuevo Diario. El ingeniero había dejado el portón de ingreso sólo trabado, sin la seguridad correspondiente, porque es “una zona tranquila”.

 

 Al regresar, a las 21, advirtió que el portón se encontraba abierto. Ingresó a su propiedad y se dirigió a la parte trasera, donde vive solo. De esta manera, comprobó que el vidrio de una de las ventanas estaba roto y esto permitió abrir la abertura.

 

Por ese lugar, el delincuente ingresó y se apoderó de seis armas de fuego de guerra, que Paladea tenía para practicar tiro. Se trata de un fusil, dos escopetas, dos rifles de aire comprimido y una carabina, todo valuado en más de 300 mil pesos, de acuerdo con la evaluación que realizó un familiar.

 

 A simple vista, el profesional también advirtió que le faltaban 40 mil pesos, aunque ayer a la mañana encontró el dinero en otro lugar del domicilio.

 

 De acuerdo con las averiguaciones que realizó la familia Paladea entre los vecinos, uno de ellos había visto salir a un sujeto de la propiedad con un envoltorio. Efectivamente, a Paladea también le falta una sábana con la que el ladrón habría envuelto las armas que estaban en sus respectivos estuches y se dio a la fuga, posiblemente con un cómplice que lo esperaba en las inmediaciones.

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