“Va a ser un gran día, te lo digo yo…”. Así como inicia esta canción de la banda uruguaya No te va a gustar, así será la jornada de hoy para Independiente Santa Fe o Huracán, ya que cualquiera de estos dos equipos puede escribir la página más brillante de su historia futbolística.
Todo está dado, la mesa está servida, los invitados van llegando, cada quien con su ilusión y la esperanza a cuestas, tanto para los santafereños como para los “quemeros”.
En el plano futbolístico, cuando iniciaba el semestre, nadie podía avizorar que la final sería Independiente vs. Huracán, ni el más fanático; pero estos dos equipos fueron avanzando y en el camino fueron dejando a grandes colosos del fútbol sudamericano. De esta forma, fueron alimentando el sueño de poner en el firmamento la estrella que mayor resplandor le dará a su club.
En este momento, ambos llegan reverdeciendo grandes laureles; por un lado, el elenco bogotano viene hace tres años dulce, ya que en el 2012 de la mano de su máxima figura e ídolo, el santiagueño Sebastián Omar Pérez, cortó una racha de 37 años sin títulos domésticos; posteriormente, en el 2014, sumó su octava estrella local, y asímismo se quedó con la súperliga colombiana, en el 2013 y 2015.
Por el otro lado está Huracán, que viene entonado en este último año tras conseguir, después de mucho tiempo la Copa Argentina y la Súpercopa, sin ser menor el logro de subir nuevamente a Primera y mantenerse en la categoría.
Esta será una final distinta, donde ambos trataran de ser inteligentes y aprovechar al máximo cada situación para sellar el primer título internacional y de esta forma ponerle la frutilla del postre a este 2015 que será inolvidable y majestuoso para el vencedor.
