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Deportes

Bombazo: El Barcelona vendería a Lionel Messi en el 2016

Crece el número de adeptos a una posibilidad muy sorprendente pero factible dentro del club azulgrana.

El Barcelona quiere vender al jugador argentino Lionel Messi en el 2016. Si uno atiende a las tertulias, observa los programas televisivos y lee las contracrónicas en los diarios, todo lo referente a la última victoria del Barcelona ante el Villarreal pasa por una nueva exhibición de Neymar. El crack brasileño volvió a ser la figura que lideró la cuarta victoria consecutiva de los azulgrana con dos golazos. Se trata del tanto número 10 del carioca -el octavo en la Liga de un total de 11- en ausencia de Leo Messi, que no juega en el Barça desde que se lesionara el pasado 26 de septiembre ante Las Palmas en el Camp Nou. Convertido en líder forzoso, Neymar ha sabido colgarse la mochila de la responsabilidad de hacer que el equipo no bajara el ritmo durante el tiempo de asueto obligado del albiceleste... con Luis Suárez como socio perfecto.

 

 Empezando su tercera campaña en el fútbol europeo y en el Barça, y con 23 años cumplidos, parece que al fin Neymar ha explotado del todo como el magnífico futbolista que demostró ser en Brasil y que todavía tenía que exhibir en la Liga española. Frivolidades con el balón y carácter aparte, lo cierto es que está demostrando no sólo que vale para jugar en uno de los clubes más grandes del mundo sino que puede ser su referente. Sin duda, la mejor de las noticias para el barcelonismo pero al mismo tiempo un arma de doble filo con el paso del tiempo, pues ya hablamos de otro 'gallo' en el siempre complicado gallinero que es el vestuario culé.

 

 Porque hasta ahora, Neymar había aceptado sin rechistar su papel secundario a la sombra de Messi. La pregunta es, ¿volverá a echarse atrás cuando regrese el argentino? O, más importante, ¿será compatible su estado de forma actual y su progresión con el espacio natural que necesita la 'Pulga'? Ante la imposibilidad de responder en ningún sentido a estas cuestiones se plantea un -de momento sólo- posible escenario dentro de la entidad: la hora de ir dejando sitio al relevo del actual '10' blaugrana. Un paso tremendamente traumático, pero en cierto modo también necesario e incluso ciertamente beneficioso para el Barcelona.

 

 Expliquémonos. La situación actual del club, más allá de escenarios futbolísticos, no es buena. El Barça vive una etapa convulsa en sus despachos, con multitud de escenarios judiciales abiertos y un grave problema de solvencia económica que tiene que lidiar, a su vez, con retos de inversión muy próximos en el horizonte. El balance de ingresos de la presente temporada de 633 millones de Euros tiene como contrapartida un límite salarial fijado casi en la línea roja: 419 millones gastados por 421 de tope, datos recogidos por el diario As en septiembre de este año. El valor de la plantilla supera los 650 millones según la web especializada Transfermarkt y eso tiene un coste prácticamente inasumible para las maltrechas arcas culés, que se enfrentan a una remodelación del Camp Nou valorada en 600 millones de Euros. Para colmo, el patrocinio esperado de Qatar no llega.

 

 Las cuentas no salen. Tampoco para una directiva que se expone a afrontar dos ejercicios consecutivos con pérdidas, algo que llevaría a la cúpula del Barça a verse obligada a dimitir y convocar elecciones, en cumplimiento con el artículo 67 de los propios estatutos del club. Por todo, y lejos de hacer fichajes en invierno ansiados por la afición, cada vez cobra más fuerza la teoría de vender a una figura el próximo verano. Y en este punto entra Leo Messi, especialmente si la ascensión de Neymar continúa como hasta ahora. Leo tiene 28 años y en la entidad creen que aún dará dos o tres temporadas más de fútbol a su más alto nivel, pero quizá a costa de problemas internos de vestuario que, además, frenarían -o incluso provocarían la marcha- de otro diamante en bruto como es el brasileño. La medida es tremendamente impopular y desde luego no apoyada por todos, pero es una posibilidad que hace tiempo podría calificarse de disparatada. Ya no tanto.

 

 Curiosamente, en este asunto el Barça también se vale del 'ejemplo' de su alter ego permanente para todo, el Real Madrid. Viendo la situación del club blanco con Cristiano Ronaldo, que ha superado la treintena mostrando un bajón físico y de fútbol aplastante y que amenaza con convertirse con un problema mayúsculo para la directiva merengue por lo compleja y dololorosa -a la par que polémica- que resultará su despedida del Bernabéu, en el Barcelona no quieren cometer el mismo pecado. Si por CR7 hace uno o dos años hubieran dado 150 o 200 millones y ahora apenas darían 60 u 80, con Leo la compensación al coste de imagen pública (es decir, el precio de salida por el cual el club habría empezado a 'sondear' a los grandes de Europa) serían 250 millones, antes de que empiece a valer menos.

 

La cifra, evidentemente, es descomunal e 'impagable' por casi nadie excepto un candidato: El PSG. El club francés, ávido de contar en sus filas con una de las dos mayores estrellas de la última década podría abrirle las puertas al argentino con el beneplácito de Qatar Airways, el patrocinador anhelado por la directiva culé que vería con muy buenos ojos el movimiento. También forman parte de la 'familia' parisina. Esta tendencia -insistimos, a sabiendas de su impopularidad en Barcelona- se postula de momento como una opción más que factible en un futuro cercano. Sólo faltaría el OK del entorno Messi, que por un lado quizá vería con buenos ojos un adiós pactado que de a todas las partes la solución a sus necesidades, pues es evidente que Messi volvería a ser 'capitán general' en París sin ningún Neymar de por medio.

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