Cada 19 de marzo, el mundo celebra el Día Internacional del Artesano, un tributo a uno de los oficios más antiguos y venerados, donde la destreza y la creatividad convergen para dar vida a obras únicas y originales.
Esta efeméride, que rinde homenaje al talento y la imaginación de los artesanos, tiene sus raíces en la tradición católica, al coincidir con el día de San José, considerado el patrono de los artesanos debido a su oficio como carpintero y su papel como padre de Jesús.
El arte de ser artesano implica un proceso creativo que involucra todos los sentidos. Desde la selección de materiales hasta la aplicación de técnicas, cada paso requiere ingenio y originalidad. La elaboración manual de objetos artesanales es un legado transmitido de generación en generación, donde se emplean una variedad de materiales como madera, cobre, cuero, cerámica y muchos más.
Las piezas resultantes de este proceso van desde prendas de vestir hasta muebles, pasando por objetos decorativos y juguetes didácticos, cada uno con un valor estético y utilitario único. El trabajo del artesano se destaca por su autenticidad y se comercializa de manera directa, sin intermediarios, promoviendo así la apreciación y el reconocimiento del arte hecho a mano.
