El consumo de cafeína es muy habitual en el día a día. Las personas deciden incorporarla con la esperanza de aumentar su energía y mejorar su rendimiento. Sin embargo, esta sustancia también tiene consecuencias y efectos negativos en el cerebro humano, muchas veces desconocidos.
Desde la mejora del estado de alerta hasta la modulación de la función cognitiva y del estado de ánimo, la cafeína afecta directamente en el estado de este órgano, influyendo en la vida cotidiana y en la salud mental.
Cómo ataca la cafeína al cerebro
La cafeína, al ser consumida en exceso, puede tener varias consecuencias en el cerebro, algunas de las principales son:
- Sueño: consumir cafeína en exceso o demasiado cerca de la hora de dormir puede interferir con la calidad del sueño, dificultando conciliar el sueño y reduciendo la duración total del mismo.
- Ansiedad y nerviosismo: el exceso de cafeína puede aumentar los niveles de ansiedad y provocar nerviosismo, especialmente en personas sensibles a sus efectos estimulantes.
- Frecuencia cardíaca: la cafeína puede provocar un aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que puede ser preocupante para personas con problemas cardíacos o hipertensión.
- Dependencia: el cuerpo puede desarrollar tolerancia a los efectos de la cafeína con el tiempo, lo que lleva a la necesidad de consumir cantidades cada vez mayores para obtener los mismos efectos.
- Abstinencia: la interrupción brusca del consumo regular de cafeína puede provocar síntomas de abstinencia como dolores de cabeza, fatiga, irritabilidad y dificultad para concentrarse.