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Deportes

Edwuin Cetré, el verdugo de Boca: de jugar esquivando balas a ser figura de Estudiantes

El colombiano, que hoy brilla en el Pincha creció en un barrio humilde de Cali, vivió con sus vecinos tras el asesinato de sus tíos y se fue a jugar a la Segunda División de Uruguay a los 18 años en busca de su sueño.

Edwuin Cetré es una de las figuras que tiene hoy Estudiantes, flamante finalista de la Copa de la Liga 2024 luego de ganarle a Boca 3-1 en la tanda de penales. Justamente esa definición fue forzada por el colombiano, quien ingresó a los 21 minutos del segundo tiempo en Córdoba debido a una molestia muscular y marcó el empate desde los 12 pasos. Sin embargo, la vida del nacido en Cali no fue siempre entre aplausos y flashes: su pasado fue difícil y su historia muestra que fue más fuerte afuera de la cancha de lo que demuestra adentro.

Edwuin Stiven Cetré Angulo nació el 1 de enero de 1998 en Mariano Ramos, uno de los barrios más grandes de la comuna 16 de Cali, en Colombia. Su infancia no fue nada fácil: con apenas unos años le tocó despedir a sus tíos, con quienes había crecido y a quienes admiraba. “Tuve espejos como mis tíos, que jugaban fútbol, pero decidieron lo que pocos quieren. Ellos eran de la banda del barrio y a ambos los mataron. Y yo me propuse ser el orgullo de mi barrio. Allá había muchos jugadores buenos, que no llegaron por la ‘mala cabeza’”, contó el futbolista en 2020 en charla con De Grueso Calibre.

Por ese motivo el pequeño Cetré debió mudarse con unos vecinos, a quienes adoptó como su familia. “Vivía con mi mamá, mis abuelos y mis dos tíos. Luego, mis abuelos se separaron, mi abuela se fue con mi mamá y yo a los 5 años me fui a vivir con unos vecinos de mi casa. Viví con una familia que no es la mía”, relató.

El fútbol, como sucede en muchos casos, fue lo que le permitió seguir adelante. Sin embargo, para jugarlo también debió pasar situaciones complicadas. “El mayor susto lo viví jugando en mi barrio, cuando se metieron los de otro barrio y comenzaron a dar bala. Nos tocó correr y gracias a Dios no nos pasó nada. Antes vivía en el peligro”, recordó en charla con el citado medio.

El primer equipo que lo acobijó fue Boca Juniors de Cali. Su entrenador ahí, Carlos Ramírez, recordó en charla con Gol Caracol las dificultades que enfrentó Edwuin. “Le tocó superar muchas situaciones familiares adversas. Su mamá en algún momento no lo pudo acompañar porque tuvo una situación judicial, le tocó estar solo, pero siempre estuvo centrado y comprometido con el objetivo que tenía para su vida”. Ese club le permitió al joven talento poder despegar.

“Sentí un aire cuando la gente de Boca Juniors me dio la oportunidad de irme a vivir a otro sector. En mi barrio, si uno estaba en la calle en la noche, se exponía a las balaceras. Entonces, había que estar prevenido. De pronto, en algún momento me quise desviar, sin embargo, Dios me iluminó y me mostró que mi camino era el fútbol”, admitió el atacante, que a sus 15 vistió por primera vez la camiseta de la Selección colombiana en un Mundialito y después en el Sudamericano 2013. También jugó en la Sub-16, Sub-17 y en el Preolímpico Sub-23.

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