Cuando el partido se moría y ya no quedaban fuerzas, ni tampoco había ideas claras, Central Córdoba encontró, de manera milagrosa, un empate de “la galera” en el estadio 15 de Abril, ante Unión de Santa Fe, con el que igualó 2 a 2, por la undécima fecha de la Copa de la LPF.
Florián Monzón adelantó al visitante; Nicolás Orsini y Mauro Luna Diale lo dieron vuelta para el “tatengue”. En el suspiro final, Camilo Viganoni, de cabeza estampó la igualdad.
Primer tiempo
Desde el inicio del juego, Unión fue el que propuso y el que acorraló contra su arco a Central Córdoba, que salió a jugar tímidamente, con sus once jugadores en campo propio. El lateral derecho Federico Vera era el arma elegida por Unión para atacar a fondo. Cada vez que se proyectó, lo pasó por encima a Laquidaín, con suma facilidad, sea gambeteando o con velocidad. Sus centros generaron muchísimas jugadas de riesgo en los primeros 15 minutos. En ese lapso se lo perdieron debajo del arco Luna Diale y Pittón.
Central no hacía pie, tampoco podía recuperar la pelota y jugaba muy atrás, cerca de las barbas de Ingolotti. Sin embargo, en la primera ocasión que cruzó la mitad de la cancha con pelota dominada, Torrent habilitó a Florián Monzón, quien de una manera poco ortodoxa (tirándose al suelo) sorprendió a Campisi y puso el 1-0.
El 0-1 no inmutó a Unión, que siguió con su plan de juego. Una falta de Laquidaín a Vera, cinco minutos después del gol “ferroviario”, le dio la oportunidad a Orsini de empatar el juego. Ejecutó Luna Diale y el ex-Boca y Lanús, entre otros, se anticipó a todos para cabecear al ángulo de Ingolotti. Uno a uno.
El gol volvió a darle más aire Unión; por contrapartida, “desinfló” a Central. Le sacó confianza. Cuando parecía que el 1-1 era el resultado final del primer tiempo, el “ferro” intentó salir jugando de atrás desde un saque de arco. Valdez tocó con Ingolotti, este hablitó a Miloc y el mediocampista devenido ahora en líbero se la puso a Luna Diale solo, cara a cara con Ingolotti, derechazo fuerte y a cobrar. Dos a uno para el local, merecido por lo hecho por uno y otro, pero un error garrafal, evitable desde todo punto de vista.
En el segundo tiempo se jugó muy poco de tiempo real. Unión, que sintió el desgaste por el esfuerzo realizado en el primer tiempo, ya no fue el mismo. Igualmente, de los dos, fue el que generó las mejores ocasiones para desnivelar. Lo tuvieron Dómina y el “Toro” Morales, en varias oportunidades.
A Central, pese a los cambios introducidos (Nuss y Sanabria, entre otros), no se le cayó una idea. No generó nada. Luchó mucho, jugó poco. Equivocó los caminos y fue muy “verde”, sobre todo para leer lo que pedía el partido.
Volvió a mostrar poca actitud para revertir la derrota parcial, salvo honrosas excepciones (caso Torrent, Valdez o Nuss); pero el fútbol es dinámica de lo impensado. Y cuando se cumplía el sexto minuto de descuento, Nuss lanzó un centro desde la izquierda y Camilo Viganoni, de cabeza, estampó el inmerecido empate para los “ferroviarios”.
El fútbol tiene estas cosas. Igual, a no engañarse. Que el árbol no tape el bosque. Central jugó mal, pero sacó un empate de la galera.
