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Deportes #Quimsa

Cosolito: de la lucha con su enfermedad al campeonato con Quimsa

Cosolito dio un salto importante en su carrera cuando le diagnosticaron diabetes, y una década después logró su primer título en la Liga Nacional de básquetbol. Lejos de ser un impedimento, la diabetes ha potenciado su carrera y actualmente, a sus 34 años, es reconocido como capitán y referente de Quimsa.

Mauro Cosolito, jugador de básquetbol y actual capitán del equipo Quimsa de Santiago del Estero, ha cambiado su vida gracias al deporte a pesar de vivir con diabetes. En una entrevista compartió su historia y cómo es jugar en el alto rendimiento con esta enfermedad.

 

Cosolito dio un salto importante en su carrera cuando le diagnosticaron diabetes, y una década después logró su primer título en la Liga Nacional de básquetbol. Lejos de ser un impedimento, la diabetes ha potenciado su carrera y actualmente, a sus 34 años, es reconocido como capitán y referente de Quimsa.

 

La vida de Cosolito cambió en 2013 después de la muerte de su abuela, cuando aún jugaba en Unión de Santa Fe. Experimentó una pérdida de peso significativa, aumento en la frecuencia urinaria, aumento del apetito y calambres nocturnos. Tras realizar estudios médicos, recibió el diagnóstico de diabetes justo antes de un partido. Aunque desconocía la enfermedad y no había antecedentes familiares, se informó sobre ella y aprendió a llevar una nueva vida.

 

Al principio, tuvo dificultades para retomar el deporte debido a la necesidad de controlar su enfermedad, pero una vez que logró estabilizarla, su carrera despegó. Comenzó a cuidar su alimentación y alcanzó un mejor estado físico, lo que influyó positivamente en su rendimiento deportivo. Cosolito destaca que muchos deportistas en la actualidad siguen dietas similares a las de los celíacos o diabéticos, y aprender a cuidarse le ha ayudado a mejorar en muchos aspectos.

 

A lo largo de su carrera, Cosolito ha jugado en varios equipos y su condición de diabético nunca fue un problema. Cuando negocia con un club, solo se habla de básquetbol y de lo que se espera de él como jugador. Su diabetes no requiere adaptaciones especiales, ya que consume comidas habituales con excepción de las pastas, que generalmente no se consumen en los planteles deportivos.

 

Como profesor de educación física, atender su enfermedad requiere apenas 10 minutos al día para controlar los niveles de azúcar en sangre y corregirlos si es necesario. Cosolito ha aprendido a manejar su enfermedad y sabe cómo actuar ante cambios emocionales bruscos que pueden afectar los niveles de azúcar en sangre. Después de los partidos, controla sus niveles y los ajusta en caso necesario. Aunque la diabetes puede ser impredecible, Cosolito lleva una vida normal y no le afecta en su rutina diaria ni en los partidos.

 

El jugador destaca que hay muchos deportistas diabéticos y celíacos en el alto rendimiento, y recibe consultas sobre cómo convive con la enfermedad. Él transmite su experiencia y señala que la diabetes no es un impedimento para ser deportista de alto rendimiento. Espera, en el futuro, capacitarse y brindar charlas para mostrar a los jóvenes que la diabetes no limita sus posibilidades deportivas.

Quimilí
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