Médicos y trabajadores del hospital Juan Pedro Garrahan, ubicado en Buenos Aires, reclamaron esta semana aumentos salariales.
Tras tres jornadas de protestas, desde el Ministerio de Capital Humano de la Nación dictaron ayer la conciliación obligatoria.
Sandra Pettovello, titular de la cartera, intimó al gremio de la Asociación Trabajadores del Estado y a la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan a dejar sin efecto, durante el período de 15 días, "toda medida de acción directa que estuviesen implementando y/o tuviesen previsto implementar, prestando servicios de manera normal y habitual".
En rigor, los médicos y trabajadores anunciaron –antes de conocerse la conciliación obligatoria– que hoy marcharán hasta el edificio del Ministerio de Salud de la Nación. La medida está en suspenso.
El principio del fin
El equipo de Nuevo Diario se comunicó con Ana Fustiñana, jefa de Clínicas del Área de Emergencias, quien señaló que fueron "jornadas muy intensas, sin cobertura de guardia, lo que ha hecho que se resienta mucho la atención en el hospital".
"Llevamos un año sin aumentos, sin paritarias. Una pérdida del poder adquisitivo brutal. Hay residentes que están cobrando $ 800.000 —denunció—. La mayoría de nuestros profesionales y técnicos tienen una capacitación muy importante para ganar los concursos e ingresar. Atendemos patologías raras o muy graves".
Fustiñana aseguró que "el gran problema que tiene el hospital es que se pagan salarios muy por debajo de lo que se necesita para vivir". "Dentro de lo que es la carga laboral que tenemos, que son 42 horas semanales y algunos le agregan guardias, los salarios son más bajos que en otros centros, tanto públicos como privados", relató.
De acuerdo con la jefa, esta situación provocará que los profesionales emigren y los residentes no ingresen, es decir, "no habrá Garrahan".
La pediatra afirmó que en sus 21 años en la institución que brinda atención a niños y adolescentes "nunca pensé que esto podía pasar".
"Hemos estado con otras luchas salariales; no es que nos venía yendo bárbaro en los últimos años. Hace bastante que el hospital entró en un declive –apuntó–. A principios de 2024, entre la inflación y las no paritarias, los salarios quedaron muy desactualizados. Hoy la gente busca otro empleo y tiene una sobrecarga laboral terrible. Buscan otras opciones y se van del hospital a lo privado o, incluso, a lo público, pero con menos horas, o se van del país".
Para la entrevistada, este "es el principio del fin". "Lo venimos diciendo hace un año: la cantidad de renuncias que estamos teniendo de gente hipervaliosa e irremplazable es terrible", lamentó.
Un faro para las provincias
Fustiñana definió al Garrahan como "un faro" para los demás hospitales.
"Cuando las provincias no pueden dar respuestas a algún chico que tiene alguna enfermedad grave o infrecuente, siempre nos buscan. El hospital, incluso, comenzó a generar hace muchos años una red de TeleSalud donde se da respuesta de forma virtual para que los chicos puedan resolver su tratamiento desde sus provincias y no tengan que trasladarse a la Capital, con los costos que eso implica y el desarraigo, además de la pérdida laboral", explicó.
Medicina en jaque
Según Fustiñana, "la medicina pública y privada está en una situación de jaque".
"Hay lugares que sufren más y otros que tienen algunos recursos, pero hace menos de un mes salieron 20 sociedades médicas a declarar una emergencia. Estamos yendo al rumbo de quedarnos sin médicos", estimó.
La jefa, sobre la pediatría y la clínica de adultos, notó que "son especialidades que no las elige nadie porque los sueldos están bajos". "Es mucha demanda, tanto física como emocional. Nadie nos elige, y eso es un riesgo: ¿quién va a atender a los chicos en unos años si no revertimos esta situación de forma urgente?", agregó.
Futuro
Fustiñana avizoró que "si no nos concientizamos como sociedad de que esto está pasando, el médico va a ser un recurso escaso". "Cuando un recurso es escaso, la gente no puede acceder a él. Es un poco en consonancia con lo que dijo el ministro de Salud (Mario Lugones): 'La salud es para quien pueda acceder a ella'", complementó.
La jefa solicitó: "Es responsabilidad de todos: si no tomamos alguna acción en conjunto, esto nos va a rebotar. Todos, en algún momento, somos pacientes. Los adultos, en algún momento, vamos a recurrir a un médico clínico".