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La Provincia Bajo el marco de la Asociación Civil y Educativa “Palabras con sentido” que nació hace 7 años

Profesionales voluntarias brindan una asistencia psicosocial a niños y niñas

Al respecto, brindaron su testimonio, Romina Ponce y Belén Deck, presidente y vice de dicha entidad que funciona en el barrio Belgrano.

Voluntarios de distintas profesiones trabajan para poder acompañar a alumnos de distintos barrios y localidades, del nivel primario en su proceso formativo. Las mismas se han conformado en una Asociación Civil y Educativa “Palabras con sentido”.

La misma por el momento no tiene una sede física, pero desarrollan estas actividades en las instalaciones de la Parroquia el Buen Pastor del barrio Belgrano en ciudad Capital.

Esta iniciativa por el bien comunitario y educativo para varias familias, específicamente para los niños, nació en el año 2017 donde profesionales de la psicología y la psicopedagogía vieron que tenían las herramientas y posibilidades de poder colaborar con familias de pocos recursos. Ya que la misión que hasta el día de hoy mantienen es justamente brindar ayuda a estos niños que se encuentran en situación de vulnerabilidad y necesitan un acompañamiento y diagnóstico en determinadas cuestiones que hacen al proceso de aprendizaje.

Al respecto, mantuvieron un diálogo exclusivo con Nuevo Diario, la presidente y vicepresidente de la asociación, Romina Ponce y Belén Deck, respectivamente.

Este grupo lo conforman doce profesionales de la docencia, acompañante terapéutico, trabajo social, la psicología y la psicopedagogía trabajan actualmente de manera voluntaria para brindar asistencia psicosocial y educativa, en lo que refiere a la lectura y escritura principalmente.

“Esto surge en un barrio donde nos brindaba las instalaciones de su casa un vecino y luego nos trasladamos a la Capilla de Fátima, en la zona Sur. Y luego nos vinimos a esta parroquia, donde nos mantenemos hasta ahora. Faltan detalles para que el sueño de todo el equipo se pueda cumplir y poder tener personería jurídica”, dijo Romina.

A su vez, siguió: “Muy agradecidas a los vecinos, voluntarios que colaboran con nosotros. Estamos haciendo este año en lo que respecta a psicoeducación, luego un tratamiento y seguimiento a los niños, acompañamiento terapéutico y proceso de alfabetización. También, trabajamos en asistencia, principalmente en la etapa de evaluaciones. Nosotros también asesoramos a las familias, realizamos un informe para poder guiar a las docentes y a las instituciones a las cuales concurren los niños”.

Dentro de este trabajo se desarrolla y funciona el Programa Leer y Escribir. Por lo cual, trabajan los días jueves en el horario de 17 a 20.30, en donde organizan los distintos equipos y grupos de niños que van desde los 3 a los 12 años de edad.

Por su parte, Belén describió por su parte: “Actualmente estoy como coordinadora general del servicio y uno de los servicios que estamos brindando es el educativo, de rehabilitación, es gracias a los voluntarios. Comencé en el 2022, como voluntaria cuando estábamos en la Capilla de Nuestra Señora de Fátima. Allí nos habíamos organizado en turno mañana y tarde; y cuando nos trasladamos a esta parroquia, nos quedamos con solamente una sola jornada, los jueves por la tarde”.

“Esta función de coordinadora va rotando, entre las que conforman esta asociación. Por lo general, llegan los papás con derivaciones de las escuelas, la mayoría son de la zona céntrica, y algunos del interior. Se busca un informe psicopedagógico, para poder brindar sugerencias ante algunas dificultades que tienen los alumnos. Esto le servirá a la docente, para saber qué camino tomar para trabajar con estos niños, y la rehabilitación de la lectoescritura. En el año pasado, identificamos dificultades en el aprendizaje por distintos puntos”, agregó.

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