En una economía inestable como la actual, muchos buscan ahorrar o evitar ciertos gastos que consideran innecesarios. En este marco y con el inicio de la temporada de frío, comprar calzados y ropa se volvió un tanto tedioso, ya que en el caso de los segundos, si se desea conseguir de buena calidad, se debe estar dispuesto a enfrentar un gasto de por lo menos $ 100.000.
Nuevo Diario concurrió a la feria municipal que se encuentra ubicada en calle Alem, lindante a las vías del tren, donde se encuentra trabajando a diario "Chacho", un zapatero. Al llegar a su puesto, lo primero que se puede visualizar es una gran cantidad de calzados, de invierno sobre todo.
Allí el zapatero comentó que "la principal demanda actualmente es el cambio de suela a los calzados de invierno, botas de mujeres más que nada".
Al ser consultado sobre el motivo, dijo: "Un buen calzado de cuero ahora está más de $ 150.000, cambiar la suela o renovar los que se tiene cuesta muchísimo menos; ahora, hay que saber que hay calzados que no tienen arreglo debido a cómo están fabricados o ciertas suelas que no se pueden cambiar por el modelo".
En cuanto a los precios de los mencionados arreglos, detalló que un cambio de suela puede costar $ 30.000 aproximadamente, "una de buena calidad, lleva trabajo y claro que el repuesto lo ponemos nosotros", mientras que también hay arreglos de solo pegado y costura, "son arreglos más económicos pero suman para el que trabaja".
Sobre la demanda, dijo que "notamos que bajaron la calidad de los calzados, es por eso que cada vez más gente viene a hacerlos arreglar, más aquellos que no son de cuero".
El oficio
"Chacho" se dedica a la reparación de calzados hace más de 20 años, es de los pocos que se dedican a este oficio en la ciudad y, según destacó, recibe ayuda de sus hijos. "Esto me mantuvo por muchos años y lo sigue haciendo, aunque las cosas están difíciles, es mi trabajo de todos los días", dijo.
