Cuatro pasantes europeas pertenecientes a YFU (Juventudes para el Entendimiento, en español) llegaron recientemente a Santiago del Estero para brindar talleres y difundir la labor de la Organización No Gubernamental.
Se trata de Dagné Bagdonavičiūtė, de Lituania; Dora Ring, de Hungría; Julia Horn, de Alemania; y Margaux Thomas, de Francia.
Virginia Castaño, delegada de YFU, explicó que las jóvenes “están haciendo un trabajo de difusión provincia por provincia” con el objetivo de sumar nuevos voluntarios y familias anfitrionas.
Eugenia Vázquez, representante del área de Relaciones Institucionales de YFU, destacó que esta propuesta permite “aprender de las personas que vienen”, tener “otra mirada cultural” y “potenciar la idea de los ciudadanos globales”.
Primera impresión
Dagné -23 años- se encuentra en Argentina hace poco más de un mes. Comentó que le gustan las empanadas, resaltó la calidez de los santiagueños e, inclusive, se animó a bailar guaracha.
“La gente es muy amable y nos ayuda. Son muy simpáticos”, elogió la lituana, quien anhela conocer el Patio del “Indio” Froilán.
Dora -19 años- dijo que Argentina es similar a Paraguay, país que también recorrió. “Comía empanadas y milanesas. Extrañaba mucho esa cultura”, admitió la húngara, quien reveló que “no lo pensé ni un momento” a la hora de elegir este destino. “Estoy muy feliz de estar aquí”, aseguró.
La alemana reconoció que sus compatriotas son “reservados” y “distantes”; empero, en la “Madre de Ciudades” se encontró con gente “cálida” y “amable”.
Margaux -24 años- se diferenció a la hora de elegir su comida favorita y se inclinó por los lomitos. Además de sumarse en las alabanzas por la hospitalidad santiagueña, hizo hincapié en las condiciones climáticas (es proveniente de ciudades con temperaturas muy bajas).
“No hay mejor manera de conocer la cultura que estando todo el tiempo con la gente”, contempló la francesa, quien disfruta de los paisajes locales y de tomar mate dulce (a pesar de que sus tres compañeras lo prefieran amargo).
La francesa que llegó a la Argentina para conocer la historia de sus antepasados
Margaux Thomas, antes de llegar a Santiago del Estero, pasó por Buenos Aires; pero no fue un destino más en su vida, ya que la francesa tiene sangre argentina.
Eduardo, su abuelo, huyó del país durante la última dictadura militar. Primero arribó a España y, más tarde, a Francia.
La intención del hombre era ser cura, pero conoció a la abuela de Margaux.
“Desde hace 24 años que quiero venir aquí para conocer la cultura, la gente”, relató la joven, quien contó que su abuelo conservaba el hábito de tomar mate y comer empanadas.
“En tres meses voy a volver a Buenos Aires para conocer a otra parte de mi familia y aprender más sobre mi historia: qué pasó con mi abuelo y cómo fue la vida en Argentina”, adelantó la francesa, que tiene tatuado un Sol de Mayo en su bíceps derecho.
¿Qué es YFU?
YFU, que en nuestra provincia está establecido hace casi nueve años, tiene varios objetivos, de los cuales se destacan:
- “Promover becas y talleres interculturales de idiomas en institutos de idiomas para generar espacios internacionales e interculturales de intercambio en Santiago del Estero”.
- “Formar profesionales en la interculturalidad y con habilidades para el siglo XXI (...) Que los jóvenes santiagueños conozcan las plataformas de oportunidades globales donde puedan insertarse en el campo que más les guste”.
- “Ofrecer experiencias interculturales accesibles. Federalizar oportunidades a los jóvenes del Norte Grande Argentino”.
Castaño indicó que nuestra provincia es considerada “la escuela de los pasantes”. “Cada vez que se abran convocatorias, (los voluntarios) van a pasar por Santiago del Estero. Aquí es donde les damos la capacitación inicial”, añadió la delegada.
