Desde la obra social Programa de Atención Médica Integral (PAMI) comenzaron el viernes pasado a implementar un nuevo sistema de validación de recetas para la atención de sus afiliados.
No obstante, el cambio tecnológico generó “una importante cantidad de dificultades a la hora de atender al jubilado en el mostrador de las farmacias en todo el país”, según precisaron referentes del sector farmacéutico, a través de un comunicado.
El equipo de Nuevo Diario, a propósito de esta noticia, se contactó con Hugo Navarro, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Santiago del Estero, quien expresó: “Queremos dejar en claro que el problema que se ha suscitado en los últimos días, tanto de retraso o de falta de posibilidad de dispensar un medicamento por no poder validar, no son situaciones generadas por las farmacias”.
De acuerdo al comunicado, estas dificultades se traducen en “sustanciales demoras o impedimento en la dispensa de medicamentos”, “inconvenientes para la localización de recetas electrónicas” y “otras circunstancias puntuales que hacen a una significativa merma en la calidad de servicio que nuestras farmacias acostumbran a brindar a los afiliados al PAMI”.
Navarro hizo hincapié en “dejar aclarado que nosotros estamos dispuestos a todos los cambios que hagan falta para mejorar lo que es la atención a los beneficiarios, simplemente que estamos con un problema suscitado por este cambio propuesto por la obra social”.
Los referentes, en esa línea, respaldaron: “Estamos realizando todos los esfuerzos, como es habitual ante las circunstancias más extremas”; sin embargo, “las dificultades se continúan y es necesario que quienes tienen la facultad para actuar y que logren la solución para que los sistemas optimicen su funcionamiento y se alcance una normalidad en el servicio”.
El presidente reiteró que “de ninguna manera somos responsables”. “Obedece a un cambio impuesto por la obra social PAMI en los sistemas de validación de las prestaciones que llevamos adelante a los beneficiarios”, concluyó.
