
Niños que asisten al colegio Belén peregrinaron ayer, acompañados por sus docentes y familias, desde la institución, ubicada en Leandro Alem 22, hasta la Catedral Basílica Nuestra Señora del Carmen.
La propuesta fue llevada a cabo en el marco del Año Jubilar, cuyo lema es "Peregrinos de la esperanza", y el mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, su patrono.
Verónica Castellini, coordinadora de pastoral, comentó al equipo de Nuevo Diario que concurrieron los pequeños pertenecientes a todo el nivel inicial y al primer ciclo del nivel primario.
"Los trajimos a cruzar la Puerta Santa. Vinimos en medio de cantos, trayendo la imagen de nuestro patrono, el Sagrado Corazón de Jesús, en este mes de junio que lo celebramos", explicó.
En rigor, junio es considerado el mes del Sagrado Corazón de Jesús porque la Iglesia Católica dedica este lapso de tiempo a honrar "el amor infinito de Cristo por la humanidad", representado en su Sagrado Corazón. Esta devoción se centra en el "amor y la misericordia" de Jesús, y se originó a partir de revelaciones privadas a Santa Margarita María Alacoque en el siglo XVII, cuando Jesús le mostró su corazón y le pidió promover esta devoción.
De acuerdo con Castellini, la comunidad del colegio Belén apuntó a "ser signo de esperanza en medio de la calle, en medio de la gente, que por ahí atraviesa situaciones difíciles".
Vale mencionar que los estudiantes de segundo ciclo del nivel primario y todos los del nivel secundario también peregrinaron, pero lo hicieron el viernes 6 del corriente.
"Fue impresionante el acompañamiento de las familias porque para los niñitos, en un día tan frío, era todo un desafío traerlos. Sin embargo, lo hicieron y participaron todos con sus capitas amarillas que nos recuerdan a la mascota del Jubileo, que se llama Luce (significa "luz" en italiano y representa a una peregrina católica) y que nos trae ese mensaje de esperanza para todos", indicó.
La coordinadora, por último, reconoció que "nos llena de gozo ver cómo ellos disfrutan de este mes tan especial y cómo también lo transmiten a sus familias y a la sociedad de Santiago caminando por las calles de la ciudad. Cada vez que inicia un nuevo grupo, se llenan de ese amor al corazón de Jesús. Es un mensaje de esperanza para todos los que venimos celebrándolo año a año".