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La Provincia Santiagueños por el mundo

“Maxi” Gigena desde España: “Hago montaje de negocios”

La búsqueda de rumbos diferentes lo llevó con su familia a Zaragoza, España. Esta es su historia, contada por él.

En estas ediciones vamos conociendo historias de santiagueños que se encuentran en distintas partes del mundo. Cada uno con un sueño, cada uno con vivencias que contar y experiencias para compartir.

Nuevo Diario dialogó, en este caso, con Maximiliano Gigena, quien junto a su esposa y sus hijos emprendió viaje hacia Europa, donde actualmente residen. En una entrevista imperdible cuenta cómo ha sido la adaptación familiar, cómo transitan la actualidad y miran al futuro con optimismo.

“Mi nombre es Maximiliano Gigena, nos vinimos a España desde Santiago en septiembre de 2021. Somos una familia de 6 personas: mi esposa Adriana y nuestros 4 chicos de edades que van desde los 15 a los 8 años. Tengo 45 años, estamos actualmente en Zaragoza y si bien a futuro somos abiertos a buscar otros destinos (siempre que consideremos que serán para beneficio familiar), nos vemos aquí al menos un par de años más, hasta que nuestros pequeños crezcan un poco”, destacó Maximiliano en principio.

Consultado acerca de cómo nació la idea de emprender nuevos rumbos, el entrevistado reflexionó: “Irnos del país fue una idea que entró en nuestra cabeza desde 2017, más que nada buscando un mejor futuro para nuestros hijos. Tenemos por suerte doble nacionalidad (argentina e italiana) y eso nos permite residir y trabajar en cualquier país que forme parte de la comunidad europea. Dar el paso de emigrar no es algo que se tome a la ligera, más con hijos, y en el caso nuestro, una familia trabajadora de clase media sin una espalda económica que nos permita cierta facilidad por decirlo así. Teníamos dos opciones Luxemburgo o España (tengo una hermana en cada país de los nombrados y ellas nos dieron una mano muy grande para dar el gran paso). Optamos por España más que nada por una cuestión de facilidad lingüística más que nada para nuestros pequeños en edad escolar”.

Zaragoza, un nuevo hogar

En el mismo sentido, se refirió a con qué tipo de sociedad se encontraron y a las dificultades que se le presentaron una vez llegados a Zaragoza: “Nos encontramos con una sociedad muy abierta a la incorporación de inmigrantes, ordenada y segura. Lo más difícil, me imagino que casi para todos los que estamos en esta situación, es la lejanía de los afectos: nuestros familiares y amigos que uno va construyendo con el paso de los años. Digamos que la ventaja que tenemos ahora es que con videollamadas y redes sociales uno se siente un poco más cerca. Aún mantengo algunos grupos de whatsapp sobre todo con excompañeros de trabajo”.

En ese aspecto, agregó: “La adaptación para nosotros fue relativamente muy buena. Nuestros hijos se adaptaron muy bien a su nuevo entorno. Nosotros también, aunque debo aclarar que al tener a mi hermana en Zaragoza el proceso de emigrar se nos facilitó muchísimo. Ya que no es todo tan fácil como uno se imagina. No encontrarás dónde alquilar algo si no tienes un contrato de trabajo… o sea que si vienes en familia alquilar algo te puede llevar un par de meses. Entre que realizas los trámites legales y consigues trabajo… el proceso lleva algo de tiempo”.

A esto sumó: “Mi actividad y la de mi señora era bastante específica, y sabíamos que venir aquí sería comenzar de nuevo en varios aspectos. Tenemos hermosos recuerdos de nuestra vida laboral en Santiago (de la hermosa institución a la cual pertenecíamos y a la grata gente que siempre nos apoyó en ella). Al llegar a España comencé a trabajar en montaje de negocios, sin haberme desempeñado nunca en algo similar. Pero con actitud y buena predisposición uno avanza siempre en esta vida”.

 

Lo positivo

Por otra parte, Maximiliano también trazó un panorama acerca de algunos aspectos positivos con los que se encontró: “Lo que uno más valora ante todo es la tranquilidad económica y la seguridad, que con tu sueldo te alcance para vivir bien, poder cubrir nuestras necesidades con creces. Nos gusta la posibilidad de conocer distintos lugares y países por la proximidad geográfica”.

En cuanto a las sensaciones que los recorren cuando piensan en la distancia, expresó: “De Santiago extrañamos más que nada la gente que uno deja atrás, nuestros familiares, amigos, personalmente mi abuela de 90 años que espero volver a verla”.

Para finalizar, Maximiliano Gigena manifestó: “Volver a vivir en Santiago no está en nuestros planes por el momento. También se nos dificulta que somos 6, y una visita tiene su alto costo económico. Se facilita también que mi madre y suegra vienen periódicamente, y que sumado a mis hermanas que ya vivían en Europa, hace unos meses se vino a vivir otra de ellas con su familia. Así que de grandes estamos 3 hermanos santiagueños en un radio de 300 metros las tres casas”, cerró “Maxi”.

Maximiliano Gigena Santiagueños por el Mundo España
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