Villa Mailín se transforma por estos días en un auténtico epicentro de fe. Miles de fieles provenientes de distintas regiones del país acampan ya, caminan kilómetros o llegan en vehículos para cumplir promesas, agradecer favores recibidos y renovar su vínculo espiritual con el Señor de los Milagros.
Hoy, a partir de las 10 de la mañana, se celebrará la misa central en el templete, presidida por el cardenal Vicente Bokalic, del Arzobispado de Santiago del Estero. Tras la eucaristía, tendrá lugar la tradicional procesión con la venerada imagen del Señor de los Milagros de Mailín.
A este acto se sumará también la imagen peregrina, junto con su reliquia, proveniente del Santuario de Mama Antula, en un gesto que suma aún más simbolismo y unidad a esta celebración de profunda espiritualidad.
La jornada comenzará con las santas misas matutinas, celebradas a las 6 y a las 8 en el templo, y a las 7 en el Árbol, otro de los espacios emblemáticos de esta festividad. Se espera que la afluencia de peregrinos continúe en aumento a lo largo del día.
Por la tarde, a las 16, se realizarán nuevos bautismos en el templo, sacramento que también se celebrará por la mañana, a las 10, con la participación de numerosas familias que acercaron a sus hijos para recibir la gracia bautismal.
Ayer se vivió una jornada igualmente cargada de emotividad y fe. Desde las primeras horas del día, los fieles participaron en distintas actividades religiosas: misas en el templo a las 7, 8 y 15; y en el Árbol, a las 9 y a las 12. A las 11, en el templete, tuvo lugar la Adoración Eucarística, precedida por la santa misa; y una segunda adoración se realizó a las 20 en el Árbol.
A las 17, se ofició una misa por los enfermos en el templete, momento de especial recogimiento para orar por la salud de los presentes y de aquellos que no pudieron asistir.
Por la tarde, a las 19.30, se rezó la novena y se celebró una misa dedicada a las comunidades, también en el templete.
La jornada continuó con los sacramentos del matrimonio, celebrados a las 21 en el templo, y culminó con la misa de los jóvenes, a las 22, que dio paso al homenaje y serenata al Señor de los Milagros, ya entrada la medianoche, en un clima de fervor, emoción y devoción compartida por toda la comunidad.
