Fernando Bustamante, Silvina Corbetta y Luis Garay, integrantes de la Asamblea Universitaria Permanente, analizaron lo que dejó la marcha federal universitaria que se desarrolló el martes pasado, en diálogo con el equipo de Actualidad Política (LV11).
Bustamante calificó a la movilización como “histórica”. “Fui a la marcha porque es un paso más a la reacción que está dando la educación pública a la agresión que sentimos por parte del Gobierno nacional en términos de presupuestos, pero, también, en términos discursivos e ideológicos”, comentó el docente.
Garay, por su parte, remarcó que “la universidad, en este período de la democracia, ha abierto la puerta a muchos sectores de la sociedad”.
“La marcha ha tenido la virtud de refundar una vieja alianza entre los sectores trabajadores, estudiantiles y docentes. Una alianza que le ha dado mucho a la historia argentina, y que es necesaria para frenar el avance que está teniendo la derecha sobre valores que son fundantes de nuestro país”, observó el referente provincial en materia de derechos humanos.
Corbetta aseguró que los docentes se encuentran “preocupados” y no solo por la cuestión presupuestaria, sino también por “los discursos oficiales”, los “ataques reiterados” y las “acciones respecto de la libertad de cátedra”.
Pluralidad
Bustamante entendió que el Gobierno nacional está “encerrado en una postura dogmática que le imposibilita ver la pluralidad que hay al interior de la universidad”, pero, además, “le imposibilita ver la importancia que tiene la universidad pública en Argentina, a diferencia de otros países donde, quizás, la ideología liberal como él la propone (en referencia al presidente Javier Milei) tiene otra recepción en la sociedad”.
Corbetta destacó que en el ámbito educativo “somos un sector muy plural ideológicamente”.
“El adoctrinamiento implica una forma dogmática de ejercer el conocimiento. Una vía de única elección, pero sabemos que los estudiantes tienen su voz y posicionamiento. Establecemos un diálogo en el cual también educamos”, agregó la entrevistada.
Situación actual
Garay brindó un panorama general de la situación que se vive dentro de la Universidad Nacional de Santiago del Estero.
“La universidad está funcionando con un presupuesto votado en 2022, pero que fue para 2023. Ahora estamos con casi un 300% de inflación. No hay mucho que agregar a ese panorama; con esa plata está funcionando la universidad en la que ya se están notando serias restricciones en su funcionamiento, incluso en el acceso de los estudiantes a la posibilidad de educarse por el alto costo de la vida y del boleto del transporte”, lamentó.
Los miembros de la asamblea revelaron que dentro de la casa de altos estudios acortaron los horarios de atención, restringieron el uso de electricidad, cortaron el servicio de agua, retiraron insumos y despidieron a personal no docente.
Bustamante, por último, resaltó que “la educación pública es un valor fundamental de la democracia y del proyecto de país que podríamos construir”.
