La falta de lluvias está haciendo estragos en varios parajes del interior. Más aún en lo que geográficamente está lejos de los principales ríos de la provincia. Una de las esas localidades es Remes, que está en el departamento Capital al oeste. Según comentó una vecina de la zona, por la falta del vital líquido los animales que crían se están muriendo y además para la vida cotidiana tampoco hay agua.
Es por ello que en los pobladores de Remes y Tunas Punco, entre otros parajes, es tal la desesperación que la gente recurrirá a una ancestral tradición santiagueña que se hereda de generación en generación.
El sábado próximo se realizará la denominada “Telesita” o “Telesiada” en Remes, donde realizarán una especie de ritual para pedir por la llegada de las lluvias y el alivio. Una tradición santiagueña que lejos está de perderse con el paso del tiempo.
La “Telesita” se realizará en la casa de Juana Campos y “Tito” Ledesma, y en diálogo con Nuevo Diario invitan “a todos los pobladores de la zona y toda la gente que quiera formar parte de este pedido.
El campo está muy feo, no llueve hace mucho y vamos a pedir por la lluvia para que nuestros animales tengan agua y para que también tengan el pasto para comer. Siempre en esta época es de sequía y nosotros le pediremos a la Telesita por lluvia”, comentó Paola Goytea, una de las organizadoras.
Luego, agregó: “La Telesita se podría decir que es un ánima bendita a quien se le hace algún pedido mediante un ritual de bailar siete chacareras y beber siete tragos de alguna bebida con alcohol. Luego se quema una imagen que la representa (Telesita), ya que ella murió quemada para cumplir con todo el pedido. Para nosotros es una cuestión de fe y tradición que la pasamos de generación en generación”, comentó Paola. “Es una situación desesperante cuando ves sufrir a los animales por falta de agua. Los pozos y represas están secos por la falta de lluvias y es por ello que vamos a hacer la ‘Telesita’ para pedir la lluvia”, agregó. Se venera así el nombre de La Telesita, una leyenda santiagueña, para que “interceda” y lleguen las tan ansiadas lluvias.