A partir del 1° de junio, los combustibles en todo el país sufrirán un nuevo incremento debido a la aplicación parcial de los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, establecidos en la Ley N° 23.966. La suba será de entre un 1,5% y un 2%, y alcanzará tanto a la nafta como al gasoil.
El aumento responde a la entrada en vigencia de una parte de los montos impositivos que fueron postergados durante 2023 y 2024, y que el Gobierno decidió comenzar a aplicar de manera escalonada. En este caso, se trata de un ajuste parcial correspondiente al primer trimestre del año pasado.
Durante el mes de junio, se aplicarán nuevos valores fijos por litro: $13,088 en concepto de impuesto sobre los combustibles líquidos para las naftas, y $0,802 por el impuesto al dióxido de carbono. En el caso del gasoil, el incremento será de $10,575, más un adicional diferencial de $5,726 y $1,205 correspondientes al CO₂.
Está previsto que el aumento completo, que incluye los ajustes acumulados de todo 2024 y el primer trimestre de 2025, se traslade a los precios a partir del 1° de julio. De esta forma, el nuevo aumento de junio se considera un anticipo de un ajuste impositivo más amplio que impactará en el segundo semestre del año.
La medida fue oficializada a través de un decreto presidencial publicado recientemente, y forma parte del esquema de actualización automática en base al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC, que había sido interrumpido por decisiones administrativas anteriores.