Como en cada historia que se explayan en esta sección de Santiagueños por el Mundo, tratamos de retratar el atractivo cultural, la identidad y la idiosincrasia que mantiene cada comprovinciano a donde sea que vaya y el cruce con otras creencias, modismos y costumbres. En otros lugares del mundo que son muy distintos a nosotros, pero quizás resguardan detalles en la forma de religiosidad, de respeto por la cultura y la gastronomía, que pueden llegar a coincidir en algunos sabores.
En esta nueva historia, Micaela Pereyra junto a su esposo Guillermo Flores viajaron a finales de julio del 2024 a la ciudad de Shantou, provincia de Guangdong (China). Esta posibilidad surgió por trabajo, ya que la Universidad de Guangdong Technion – Israel Institute of Technology (GTIIT) los invitó a ambos a hacer una estadía académica. Guillermo tiene un doctorado en Matemáticas y se encuentra realizando investigaciones en su área e imparte clases en distintas carreras de dicha universidad.
Otro mundo
Al ser consultado sobre lo que más le impactó que aquella cultura, indicó: “China nos dejó completamente enamorados con sus edificios modernos, sus templos únicos, sus parques y naturaleza. Su comida original es muy rica, los habitantes son amables, no es necesario saber chino, la mayoría de las personas tienen mucha disposición para ayudar. Es un país muy seguro para viajar solo o sola y conocer profundamente la cultura asiática”.
Amar lo que uno hace
En cuanto a su rutina, detalló que “ambos estamos trabajando, en este ambiente universitario internacional donde hay profesores de todo el mundo, cada día se aprende algo nuevo de diferentes cultural, escuchando nuevos idiomas y conociendo de ellos. Los fines de semana muchas veces aprovechamos para conocer otras ciudades de China, es increíblemente hermoso”.
Sobre el manejo del idioma, agregó que “en principio es un poco complicado ya que la mayoría de las personas no hablan inglés, solo chino. En nuestro caso, nos manejamos con el idioma inglés y con la ayuda del traductor en algunas ocasiones”.
Añoranza, siempre
Acerca del pago, por último, dijo: “Extrañamos la reuniones familiares, con amigos y la comida típica de nuestra provincia. Por ejemplo, los festejos de la navidad y el año nuevo que aquí no son tan relevantes para su cultura, pero esas fechas son muy importantes para nosotros en el cual no pudimos estar presente físicamente en Santiago del Estero. Pero gracias a la tecnología avanzada que se encuentra hoy en día, pudimos sentirnos un poco más cerca de nuestros seres queridos”.
Debido a esto, les tocó pasar el primer año de fiestas de Navidad y Año Nuevo lejos de sus familias. Por lo que tuvieron que comunicarse con ellos por medio de videollamadas, mensajes de audio de WhatsApp y demás. Pero por la diferencia horaria, con 11 horas hacia adelante con respecto a Argentina, recibieron tanto Navidad como al nuevo año, primero que sus familias. Por lo que hicieron videollamadas horas antes, para poder saludar y estar “conectados” de alguna manera.
Por último explicó que esta invitación que les hizo la universidad es durante un año, por lo que en julio de este año se cumple tal período. Tiempo en el cual deberán regresar a Santiago.