Oriundo de Lugones, hoy con 13 años, Fabián Valentín comenzó una nueva etapa de su vida, ya que inició la secundaria con una gran noticia: superó una leucemia y fue dado de alta.
Como ejemplo de lucha constante, su papá Marcelo Palavecino contó a Nuevo Diario cómo fue este camino de superación: “Él tenía 6 años cuando le fue diagnosticado el cáncer. Nosotros no dimensionamos la gravedad de la enfermedad”, comentó.
Con la voz que denota todo un camino de esperanza, contó: “Yo lo tomo como un milagro lo que vivimos con Valen. Hay que ser constante con los tratamientos y con el acompañamiento, demostrarle a tu hijo que hay que ser fuerte y que uno va a estar a la par”.
La fe y los tratamientos
“Damos gracias a Dios y a los médicos del Cepsi. Soy un agradecido a ellos más que nada y por la vida de mi hijo. Nosotros hemos tenido 6 años de lucha, desde que le detectaron la leucemia. Hoy mi hijo tiene 13 años y le han dado el alta. Nosotros desconocíamos la gravedad de la enfermedad que tenía. Siempre nos dijeron que siendo él muy chico había muchas posibilidades de salir, que dependía mucho de él y nosotros como familia y la fe en Dios. Nos dijeron que la lucha era larga y que había que ser constante”, comenta Marcelo.
Además, dijo que siempre estuvo presente toda la familia para acompañar, junto a Valeria, mamá de Valentín, sus hermanos y abuelos.
La realidad de Valentín es de gran esperanza y agradecimiento, en cada paso siempre estuvo apoyado por sus padres, sus amigos y compañeros del colegio. “Hoy la vida de Valen comenzó con la secundaria, aquí en Lugones y participa de la escuela de fútbol que hemos creado en agradecimiento”, comentó Marcelo. Finalizó diciendo: “Mi hijo tiene secuelas por el tratamiento con catéter y yo le digo a él que son secuelas de una guerra y producto de un triunfo de él y de la pelea que dio. Yo le digo ‘sos un luchador y un gran hombre’ y él se enorgullece”.
“Fue fundamental el tratamiento que recibió de los médicos del Cepsi”
El papá de Valentín comentó que fue fundamental el tratamiento de las doctoras Paola Reichel, Constanza Cafferata y Mónica Luna. Al respecto remarcó: “A los padres que pasan por una situación así les digo que tengan mucha fe y confianza en los médicos del Cepsi, ya que trabajan con el mismo sistema que en el Garrahan. Crean mucho, se pueden salvar vidas aquí en Santiago”.