Este lunes se inauguró la Escuela del Centenario en el marco de la denominada "Puesta en valor y Ampliación de la Escuela Nº 1 del Centenario", en un magnífico acto encabezado por el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, y el Gobernador de la provincia, Gerardo Zamora.
Quien también estuvo presente fue la rectora de la institución, Lic. María Nelba Alberto, que se emocionó por la refacción de la histórica escuela y pronunció un conmovedor discurso.
“Las estaciones intermedias es donde generamos los cambios, mientras esperamos miramos el pasado, contemplamos el presente e imaginamos el futuro. La historia del colegio, y mi propia historia. Desde 1910 cuando empezó la escuela los maestros tenían como objetivo alfabetizar. Y luego de ser un magisterio pasa a ser un colegio con un objetivo de formar a los niños en el secundario”, comenzó.
“Pasaron miles de niños y adolescentes, docentes y padres en el afán de un bien común. Una educación que los hiciera sentirse parte de la sociedad. Un saber democrático. El colegio del centenario se proyectó como una institución democrática. 40 años de democracia es nuestro lema este año”, puntualizó.
“Y solo no los logramos. La institución debe de ser un lugar para que los alumnos encuentren un futuro democrático que se merece. Creo que todas las instituciones pueden sufrir enfermedades morales. En el pasado nuestro país vivió situaciones de violencia, y dejamos de construir colectivamente. Dejamos de hablar y sospechábamos. El individuo cobro protagonismo. Y aún padecemos como instituciones estos males. Yo pienso en los estudiantes, quienes nos observan. Y nosotros los adultos, maestros, gobernantes somos observados por ellos. Las jóvenes generaciones esperan por nosotros como si fuésemos vehículos que los van a guiar a una nueva generación con otros frutos”, continuó.
“¿Les mostramos la memoria para que los procesos no vuelvan a pasar?, ¿les dejamos una identidad como nación? Mi deseo es que puedan emprender la ruta que elijan y con su libertad. Accedan a estudios y trabajos con la mente cargada de conocimientos para sentarse y pensar y ser observadores de una nueva sociedad y que valoren el camino andado y proyecten sin necesitar de nosotros en su adultez”, enfatizó.
“Como docente no puedo evitar sonreír de satisfacción al ver el colegio reivindicado. El edificio restaurado al ser el lugar donde nuevas generaciones vendrán y expresó un último deseo como sueño profundo. Demos un valor especial a este colegio. Y dejemos atrás las enfermedades morales de nuestro pasado y cuiden la vida. Un buen viaje en su vida. Gracias excelentísimo presidente, gobernador y señores ministros. Gracias Dra. Claudia Ledesma. Porque sin su firma esto no sería posible”, concluyó.
