Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
La Provincia #HistoriasExclusivas

Un santiagueño participó en cirugía neurológica en una paciente despierta

El joven santiagueño es el Dr. Juan José Paz y esta intervención en la que participó permite tratar patologías tumorales y epilepsias.

En septiembre del año pasado, el médico neurólogo miembro del servicio de Neurocirugía del hospital Ángel C. Padilla en Tucumán, Dr. Juan José Paz, participó en una intervención quirúrgica. La misma fue resección tumoral que fue realizada a una paciente de 40 años, quien se mantuvo despierta y consciente durante la misma. El postoperatorio se desarrolló de forma favorable.

 

Mediante un abordaje multidisciplinario y gracias al trabajo de los servicios de Neurología y Neurocirugía, se pudo llevar a cabo esta intervención que permite tratar patologías tumorales o epilepsia, ya que se localizan en áreas muy sensibles del cerebro o en “áreas elocuentes”, mientras el paciente se encuentra despierto.

 

En diálogo exclusivo con Nuevo Diario, el Dr. Juan José Paz brindó algunos detalles sobre esta experiencia que no sucede muy a menudo y es un gran logro en la medicina en general: “Esta fue una cirugía muy interesante, principalmente, por la posibilidad de acceso que tuvo la paciente, ya que hablamos de una cirugía muy compleja, donde antes a los pacientes se los derivaban a Buenos Aires y hoy tenemos la posibilidad de hacerlo en nuestro propio hospital”.

 

Siguiendo esta línea, el especialista remarcó que esta es la quinta cirugía de este tipo que se realiza con el equipo y todas han tenido muy buenos resultados. Sobre todo, en el afán de buscar la mayor posibilidad de resección quirúrgica de la lesión tumoral.

 

La misma fue una cirugía que se realiza en centros muy importantes de neurocirugía en el mundo, requiere la participación de muchas personas, es decir, un abordaje multidisciplinario. Y en el hospital se cuenta con esa posibilidad, para tratar ese tipo de patologías con muy buenos resultados. En el caso de la paciente, fue operada mientras le iban realizando pruebas, lo que permitió lograr la mayor resección tumoral posible.

 

"Desde hace mucho tiempo, junto con el equipo de Neurocirugía del hospital Padilla, venimos estudiando la expresión clínica de los tumores del cerebro y cómo se correlaciona con las áreas específicas de la corteza cerebral. Estás áreas se denominan áreas elocuentes que involucran al lenguaje y a las funciones motoras. A las primeras la neuroanatomía clásica las denomina área de Broca, que interviene en la función motora del lenguaje; y en área de Wernicke que  involucra a la función cognitiva de comprensión del lenguaje. Sin embargo, el conocimiento actual establece que el cerebro trabaja como una red que involucra áreas corticales, subcorticales y de tractos de conexión en la sustancia Blanca. En nuestra experiencia hemos constatado muchas veces estos fenómenos, y es por esta complejidad que avanzamos a realizar cirugías de resección tumoral en pacientes despiertos", explicó. 

 

A su vez, prosiguió: "En términos básicos, la técnica consiste en pasos. Un primer paso es la preparación que consiste en sedar con anestesia al paciente para realizar apertura del cráneo y preparar el área quirúrgica. En una segunda etapa el equipo de anestesiología se encarga de despertar al paciente y garantizan que no tenga dolor recuperando su estado de lucidez que tenía antes de entrar a la cirugía para poder ser evaluado y mantener una comunicación fluida. En la tercera etapa se localizan las áreas elocuentes mediante un estimulador para tratar de determinar los márgenes de resección del mismo; de esta manera se hace un primer mapeo. Luego en la etapa de la cirugía se realiza con la evaluación constante a medida que avanza la resección, porque el objetivo es realizar una operación que no tenga tantas secuelas. Por último, al finalizar la mayor resección posible del tumor se realiza el cierre de la cirugía y el paciente vuelve a estar dormido para completar el acto quirúrgico. El o la paciente pasa a terapia intensiva para el control estricto posoperatorio y a las 24 horas realizamos nuevas pruebas".

 

"Hay que destacar que es crucial el rol de cada miembro del equipo quirúrgico, porque es una cirugía dinámica y tanto el equipo de enfermería como los instrumentadores y fundamentalmente el equipo de anestesiología. En el hospital Padilla, el equipo está a cargo del Dr José Romero quien es un anestesiólogo con mucha experiencia en neurocirugía", sostuvo. 

 

Sobre el impacto de este tipo de cirugías para él como profesional y para la medicina en general, remarcó: "Este tipo de cirugías lleva más de dos décadas realizándose en distintas partes del mundo y aquí en Argentina en Capital Federal. El equipo del Dr Duffou en Francia fue uno de los pioneros. En Tucumán contamos con una gran formación de neurocirujanos a cargo del Dr Álvaro Campero y al calor de los progresos científicos en otras partes el servicio se fue especializando. Cómo es el caso del Dr Martín Paíz en neurocirugía funcional y el Dr Benjamín Romero Leguina jefe de residentes quienes se formaron en nuestro hospital y también en otras partes del mundo". 

 

"Conjuntamente nuestro servicio de Neurología a cargo de la Dra Alejandra Molteni también fue creciendo, hoy los médicos neurólogos en formación en nuestro hospital también tienen la posibilidad de hacer rotaciones en Europa y en Latinoamérica y hemos alcanzado un buen nivel contribuyendo a que el hospital Padilla sea uno de los hospitales más importantes del país. Y ante los avances en la técnica y la ciencia decidimos trabajar en conjunto para brindar un servicio en el hospital público que antes no se hacía y los pacientes debían irse a Buenos Aires para resolver este tipo de problemas. El impacto real es del conocimiento que se desarrolla en otras partes del mundo también lo aplicamos en Tucumán, y lo hacemos como equipo", continuó.  

 

La idea de este tipo de cirugía es justamente no causar daño al paciente. La evolución que tuvo fue excelente, durante el procedimiento la paciente estaba en muy buenas condiciones, tras pocos días de internación tuvo su alta sin ningún tipo de déficit motor ni en el área del lenguaje, según explicaron los profesionales.

 

Asimismo, destacó que esta intervención se logró gracias a un equipo grande compuesto por el servicio de Neurocirugía, el de Neurología, Anestesia, instrumentadores quirúrgicos y enfermeros especializados, es decir, un abordaje interdisciplinario realmente importante.

 

El Dr. Paz trabaja hace un par de años en este hospital, pudo formarse en la medicina con un gran esfuerzo de su familia. Ahora es un profesional reconocido y respetado por sus colegas, tanto que forma parte de este equipo que tiene a su cargo estas intervenciones de complejidad. Es oriundo de Santiago del Estero, estudió en el colegio Nacional Absalón Rojas y se fue a Tucumán a estudiar medicina. Cuando se recibió trabajó dos años en el hospital de Atamisqui y en los hospitales de la Ciudad. "Siempre me apasionó el cerebro, desde que la Profesora Santillán del Nacional nos mostró el sistema nervioso de una vaca. Luego surgió la posibilidad de rendir el examen para la especialidad y me vine a Tucumán. Ahora soy especialista en Neurología, soy investigador clínico en neuroinmunología y terminé de cursar una maestría en investigación biomédica; actualmente estoy cursando una maestría en neurooncología. Y los desafíos que tenemos por delante como equipo es seguir garantizando una salud pública de calidad, y para eso no solo es importante estudiar y prepararse en el campo sino también en defender la salud pública ante el avance de los ajustes que hacen los gobiernos en salud y educación.  Estoy convencido que estos desafíos no son personales sino colectivos", relató.

 

Al ser consultado sobre cómo ve la medicina de hoy en día, dijo: "La medicina hoy en día atraviesa por muchas contradicciones. Quizás a nivel mundial hay grandes avances, pero muchos de ellos están dados por lo que el mercado determina. La industria farmacéutica es muy poderosa. Vimos el caso de las vacunas en la pandemia, que ante una catástrofe cómo esa fueron los laboratorios y gran parte de la medicina privada la que se benefició económicamente y pusieron sus intereses empresariales por sobre la salud de la población. Por otro lado y relacionado con ésto, muchos avances en la medicina son difíciles de  aplicar por la falta de accesibilidad en el mundo donde existe una mercantilización profunda de la salud. Esas contradicciones configuran un sistema de salud fragmentado dónde los pacientes tienen que pelear con la obra social para obtener coberturas, dónde los hospitales públicos se desfinancian y el que tiene plata o gasta sus ahorros para poder acceder a una salud de calidad. La medicina está sujeta a las contradicciones del sistema capitalista en el que vivimos".

 

Por último, sostuvo: "La medicina tiene muchos campos, y en términos epistemológicos pueden agruparse en paradigmas de su ejercicio como lo es el paradigma biomédico, el paradigma social y otro que existe (y que se ejerce) el estructuralista como es en algunos casos de la salud mental. Retomando los dos primeros parecerían contrarios en su ejercicio, sin embargo se complementan porque tienen sus metodologías específicas para abordar el conocimiento y luego aplicarlos en la praxis cotidiana. Pero, el rumbo de la medicina como ciencia muchas veces está ligado a factores políticos, económicos y sociales. Porque si recortan en ciencia y técnica es difícil que la medicina avance; si se recorta el presupuesto en salud y educación también será difícil que la medicina avance, y ni hablar si empeoran las condiciones de vida de la población con el aumento de la pobreza y la carestía de la vida. Yo creo que el médico o la médica, no tienen que abandonar el rol social que tienen y hay que comprometerse con causas que defienden el derecho a la salud y la defensa de la salud pública". 

 

Seguí a Nuevo Diario Web en google news
Comentarios

Te puede interesar

Teclas de acceso