Icaño celebra hoy un nuevo aniversario, siendo en esta oportunidad una ocasión especial, luego de dos años de pandemia, lo que acrecentó las ansias por el festejo por parte de la comunidad del departamento Avellaneda.
El acto central se realizará hoy desde las 10, fecha en que Icaño cumple sus 131 años de vida institucional, donde se prevé la tradicional Marcha de los Sulkys, evento incluido como manifestación popular por el Ministerio de Cultura de la Nación.
Los festejos comenzaron en la tarde de ayer con el tradicional fogón de vigilia, donde los vecinos esperaron hasta la medianoche; donde actuaron academias y grupos musicales locales, finalizando con la actuación de Marcelo Véliz, quien cantó el Feliz Cumpleaños acompañado por todo el pueblo, en medio de fuegos artificiales.
Durante la mañana de hoy, se realizará el acto protocolar a partir de las 10, donde está prevista la realización de la tradicional Marcha de los Sulkys, la inauguración del flamante edificio del Centro de Integración Comunitaria (CIC) y 11 viviendas sociales, que serán inauguradas por el comisionado junto a autoridades provinciales y acompañado por intendentes y comisionados municipales de toda esta importante zona del sur de la provincia.
Desde las 14, la comunidad vivirá un día de fiesta con la actuación de numerosos grupos musicales de toda la zona y la actuación final de Jorge Daniel.
Los festejos seguirán mañana a las 10 en el predio deportivo del Club Atlético Icaño, donde se hará una jornada tradicionalista con una gran jineteada, de entrada libre y gratuita.
La tradicional feria de artesanos seguirá durante el fin de semana en un predio acondicionado para esta oportunidad, junto al arco de entrada a la localidad, donde los artesanos y emprendedores locales expondrán sus productos.
El comisionado municipal de Icaño, Miguel Bernat, dialogó de manera exclusiva con Nuevo Diario y expresó: “Mi alegría en esta oportunidad, primero por festejar un nuevo aniversario de mi pueblo querido y porque para mí es una ocasión muy particular, ya que es mi primer acto de aniversario como comisionado y es el primer acto después de la dolorosa pandemia”, dijo.
“Invitamos a toda la comunidad y a nuestros pueblos y ciudades vecinas a visitarnos y festejar junto a nosotros este importante evento y reiterar mi agradecimiento a un medio prestigiosos como Nuevo Diario por la permanente difusión de nuestro accionar, el que se desarrolla como una forma de contribuir al engrandecimiento de nuestra provincia, que tanto ha recibido de nuestro gobernador Gerardo Zamora y a cuyo proyecto adherimos como autoridades y como pueblo”, finalizó.
La historia de Icaño
Es tal vez la localidad más antigua del departamento Avellaneda, perteneciendo originariamente a la jurisdicción de El Bracho, ya que hay datos que la mencionan en tiempos de la conquista.
Según notas del doctor Alfredo Gárgaro, la voz "Icaño” proviene del nombre de un pueblo indígena, radicado sobre la margen derecha del Río Salado, mientras que don Andrés Figueroa, sostuvo que la palabra "Icaño" corresponde a “chingolo” o “icancho” en quechua, por la abundancia de este pájaro en la región.
En 1699, la primera casa que hizo construir don Mariano Palavecino fue en el lugar denominado Las Trincheras, implantando dos molinos harineros y dedicándose a la siembra de trigo. Cabe destacar que este lugar, Las Trincheras, es donde se realizan las tradicionales fiestas de carnaval y debe su nombre a que los primeros pobladores allí se atrincheraban para pelear contra los avances de indígenas.
Entre sus primeros pobladores figuran José de la Cruz, David, Adeodato y Clodomiro Herrera, Benicio Rojas, Mauro Contreras, Pedro Montenegro y Mariano Palavecino.
Entre 1889 y 1890 llegó el ferrocarril Central Argentino, dándosele el nombre de Icaño a la estación ferroviaria, reemplazando al antiguo nombre de Esteban Rams, dado al poblado mandado a trazar por el General Saturnino García en el actual lugar de la estación de Icaño.
La firma Barbel Mutal y Compañía fue la primera que se estableció en la zona, con un aserradero en el año 1889, para explotar los bosques vírgenes que entonces existían.
El primer panadero de Icaño fue el señor Lorenzo Ponci, de nacionalidad italiana; y el 18 de agosto de 1890 se designó el primer comisario de la localidad a don José Lugones.
Fue el 15 de Julio de 1892, cuando la cámara de Diputados dictó una ley mediante la cual designaron a este lugar, en forma definitiva, como Icaño, por lo cual se toma esta fecha como la de aniversario.
A partir de 1900, creció la actividad cultural, con la edición del periódico "El Icañense" de Luis Contreras, a la par de la instalación de las oficinas públicas, como el registro civil en 1907 y la comisaria.
Los Hermanos Wagner
Icaño es conocido mundialmente por haber sido el sitio elegido para vivir y realizar sus estudios por los hermanos Emilio y Duncan Wagner, estudiosos de la arqueología santiagueña, quienes se establecieron en el cercano paraje de Mistol Paso, sobre las barrancas del Río Salado, alrededor de 1904, donde descubrieron uno de los tesoros arqueológicos más importantes de América, siendo reconocido su aporte por el gobierno de la provincia, al imponer sus nombres al museo arqueológico de Santiago del Estero, una escuela, calles y un barrio.
Un noble en Icaño
En Icaño vivió Fabián Tomás Gómez y Anchorena, conocido por todos los vecinos como "El Conde del Castaño", quien había sido un afortunado noble que posteriormente dilapidó su fortuna en veinticinco años. Empezó a viajar por Europa y en uno de sus viajes entabló amistad con la reina Isabel de Borbón, a quien ofreció su fortuna para proyectos de la corona, recibiendo como premio a sus servicios, el otorgamiento por parte del rey del título de "Conde del Castaño". Este personaje murió en Icaño, el 25 de Julio de 1918, siendo enterrado en el cementerio local y posteriormente trasladados sus restos a Buenos Aires por su familia: los Anchorena.
Los inmigrantes
Alrededor de 1912 llegaron algunos inmigrantes judíos a la zona este de la localidad y a principio de la década de 1920 llegaron nuevos inmigrantes europeos para colonizar tierras, teniendo además una activa vida social y cultural, fundándose por ejemplo la escuela 605, conocida como la escuela de los judíos inmigrantes.
En 1940 se fundó la Sociedad Sirio Libanés y en 1967, la Asociación Agropecuaria del Departamento Avellaneda.
