Miles de fieles se movilizaron durante toda la semana en lo que concluirá hoy la fiesta patronal de Nuestro Señor de los Milagros de Mailín. Desde la ciudad Capital partieron ayer a la madrugada vecinos y una familia completa del barrio Tradición en una fe que los mueve hace ya 30 años.
Como muchos desde otras ciudades, Franco, junto a un contingente de 43 personas, llegó a dar las gracias por los favores recibidos, “sobre todo durante la pandemia, donde nos encomendamos mucho para poder sobrellevar momentos muy difíciles que pasamos con mi familia, más que nada mi mamá que estuvo muy grave, es por eso que esta vez nos toca venir a agradecer”, comenzó relatando el devoto a Nuevo Diario, ya en la Villa, en el departamento Avellaneda.
“Esta tradición comenzó desde que yo era muy pequeño, veníamos con mi familia y vecinos de la cuadra, una de ellas, Miriam Ledesma, fue la que incentivó a todos, y desde esa vez que venimos cada año, es una fe que fue creciendo. Hoy yo tengo mi propia familia y venimos todos. Lamentablemente, Miriam falleció en 2017, pero nos pidió que sigamos concurriendo, que no perdamos la fe, es por eso que cumplimos también”, siguió.
El contingente de 44 personas está conformado, en gran parte por la familia del joven, hermanos, primos y también vecinos de su misma cuadra, “alquilamos un colectivo y nos trae siempre el sábado y volvemos el domingo después de la procesión, es un grupo grande donde somos todos conocidos y es un compromiso que tomamos de cumplir con los pasajes, para los que hacemos beneficios y la búsqueda de la estadía, que en este caso es en carpas en un camping”, agregó.
Fe y devoción
“Esto es algo muy serio para nosotros, ser devotos significa asistir a pesar de cualquier circunstancia, es un sacrificio, por ejemplo hoy (por ayer) nos tocó llovizna, sabemos que venimos a un lugar en el que no tenemos comodidades por la cantidad de gente que viene, pero es una fe muy grande la que tenemos, en este caso sabemos que la mayoría vino para agradecer, nos encomendamos al Señor de Mailín en la pandemia y hoy tenemos que darle las gracias por estar bien. Estas palabras son el común denominador de todos, aquí nadie viene por obligación ni por pasear, esto es fe, devoción, muchos lo toman como un retiro espiritual”, cerró.
