El paso por este mundo terrenal queda signado a las huellas que deja uno a su paso. Así fueron los caminos que transitó Miguel Ángel Ciappino, quien desde su pueblo de Herrera supo edificar con trabajo, dedicación y valores el recuerdo de
toda una comunidad que lo homenajea.
Son muchos los vecinos que recordaron la semblanza de Miguel Ángel,
quien a sus 82 años dejó este plano para pasar a la inmortalidad.
Fue profesor de educación física y llevó a la escuela N° 157 Provincia de Jujuy a tomar notoriedad, por lo que impulsó desde la docencia creando el primer polideportivo de la zona con dicha institución educativa.
El deporte estuvo muy arraigado a su esencia, “solía llevar a los alumnos a que participaran en los torneos de básquet en otros pueblos con su camión”, dijo Mauro, uno de sus ocho nietos, quien siempre mantuvo una relación muy estrecha y de cariño, así como con sus dos bisnietos.
Junto con su compañera de vida, Yolanda Akel, supo ganarse el corazón de todo Herrera desde su almacén, devenido a súper, donde siempre la comunidad encontraba un respaldo cuando a veces la comida faltaba. Fue comisionado municipal ad honórem y supo llevar el primer teléfono al pueblo y crear el matadero municipal.
El altruismo de don “Lito” siempre fue una mano extendida para sus vecinos, que lo recordarán siempre.
La pasión por el fútbol
En su pueblo querido supo estar en las filas del club Central Argentino de Herrera, que en homenaje recordó su paso por la institución y expresó:
“Don ‘Lito’ exjugador de Central, maestro, director y un gran vecino, a quien recordaremos siempre”, y remarcaron: “Es hondo pesar en la familia centralista y para todo el pueblo”, quienes tendrán presente siempre la figura de don Miguel Ángel.
